Rivera, sábado 15 de junio de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

Un golero juvenil riverense que volvió pero sabe que tendrá otra oportunidad

Lorenzo Emanuel Bidart tiene apenas 19 años. Nació el 25 de setiembre del año 1998 y ya tiene una vasta experiencia en el arco. Mide 1,83 metros altura y pesa 75 kilogramos, siendo su pierna hábil la izquierda.
Desde muy chico jugando al fútbol, pero en el medio, y hasta hizo goles. Uno de ellos inolvidable ante Artigas que le dio el título al azul en partido jugado en la cancha de Peñarol.
Su primer técnico fue precisamente uno que triunfó en su puesto, Julio Ademar Ferreira en Oriental.
Pero ya a los ocho años le pidió a Víctor Hugo Pacheco para pasar al arco y su primera experiencia fue muy buena porque fue el golero menos vencido del campeonato y ya no abandonó más la posición.
Estuvo jugando también en el equipo de la Zé Ney AABB, con la conducción de Ronney, a quien le es eternamente agradecido por haberle enseñado muchísimo acerca de la función y además por las oportunidades que le otorgó.
En la sub-13 fue campeón con un equipazo, donde estaban -entre otros- Zidane Castilhos, “Pitbull”, Fernandão. Al año siguiente llegó a Huracán, donde también había un grupo de jugadores muy bueno que también tuvo la suerte de salir campeón y tener el arco menos vencido del campeonato.
Vino entonces la sub-15 y pasó al Club Nacional de Fútbol y también fue campeón con el grupo humilde pero con compañeros que jugaban como equipo.
Luego volvió a Huracán, también un equipo muy fuerte a nivel local en la categoría y no hubo otra opción: nuevamente campeón perdiendo dos partidos en todo el año. Quien lo dirigía en el “globito” era Danilo Poschi.

A MONTEVIDEO
Los arcos de las canchas de Rivera ya comenzaban a quedarle muy chicos y surgió, sorpresivamente y casi sin querer, la posibilidad de ir a probar suerte a la capital.
Nos cuenta: “Mi padre se contactó con la gente del Liverpool donde me dieron tres días de alojamiento en la sede del club para hacer la prueba. Justo estaba entrenando con Luciano Aguiar actual entrenador de arqueros de la selección sub-15. Entrené esos tres días me dijeron que me querían ver dos días más y el último me dijeron que se quedaban conmigo”.
Jugó un año en la sub-16 y medio año en Quinta División e incluso hizo parte del plantel del ascenso a primera división (era el más joven del grupo).
Sigue su relato: “Tuve la oportunidad de compartir vestuario con gente de nombre y muy humilde, aprendí muchos de ellos (Pezzolano, Emiliano Alfaro, Guillermo de Amores…) eran ejemplos de jugadores a seguir. El director técnico era el ‘Turco’ Apud actualmente en Boston River, el técnico en juveniles era Aldo Correa, el entrenador de arquero Pablo Fernández, que luego fue muy importante para mi llegada a Juventud de Las Piedras. Estuve año y medio ahí muy lindo… Por problemas de estudio mi padre decidió ir a buscarme a mitad de año, donde la otra mitad la termino jugando en Frontera, cumpliendo uno de mis sueños por ser hincha del club y ser del barrio”.
Luego vino un período de descanso activo ya que en los seis meses siguientes entrenaba bajo las órdenes de Dione y en enero le llega un llamado del entrenador de arqueros de Juventud (Leonel Pintos) preguntando si quería ir a probarse. Nuevamente tres días de prueba pero en esta oportunidad ya, en la primera práctica, lo confirmaron.
“Rápidamente empecé a entrenar con el plantel de primera dirigido por Jorge Giordano, para mí uno de los mejores entrenadores que tuve jugando en Cuarta División y algún partido en Tercera. Ese mismo año estuve por primera vez en el banco de primera división con 18 años recién cumplidos. Fue una semana después de mi cumple. Ahí en Juventud compartí y aprendí mucho con Fabián Carini, un espejo como profesional y como persona, con Damián Macaluso, con ‘Malaka’ Martínez y, al año siguiente, con Juan Castillo”.
En su segundo año en el club pedrense, en Cuarta División, tuvo la oportunidad de ser el capitán de la categoría y crecer mucho como jugador, ya que también estuvo varias veces como suplente en Primera. Por temas que nada tienen que ver con el fútbol no pudo renovar contrato con la institución.
En estos últimos cuatro meses estuvo entrenando en Basáñez y quien lo llevó fue Víctor Martínez, pero no se pude adaptar.
“Tome la decisión de volver a Rivera por no sentirme bien y cómodo esta ultima vez que fui. Se lo dije a mi padre me entendió y me apoyó. No había pensado volver a jugar por un tiempo pero un día me llega un mensaje de Fernando de los Santos, el director técnico de Frontera y Kevin Zabaleta preguntándome si no quería jugar para no estar parado y, bueno, al ser hincha de los rojos no dudé y dije que sí. Rápidamente se comunicó Sandín conmigo y firmé con el rojo de Cuaró”.
Sin dudas que desea tener una revancha en la capital y demostrar para lo que está, pero hoy en día el fútbol no depende sólo del jugador… juega mucho más lo extra fútbol y en muchas oportunidades es eso lo que decide la vida deportiva de un jugador y no sus condiciones como golero o como persona.
“Este año pienso estar tranquilo, disfrutar un poco, porque en este tiempo me perdí muchas cosas: disfrutar de mi familia, amigos y aprovechar para descansar. El año que viene veré si se abre alguna puerta para salir adelante. El sueño sigue intacto, nada me va a dejar de hacer soñar. Soy joven. Tengo mucho por delante, más en mi posición, que con más edad mejor es por todo el tema de experiencia”.
“Lo negativo es estar lejos de casa de tu gente. Eso se siente mucho. El tema de los transportes que cuesta un poco acostumbrarse… Lo positivo para mí fue crecer como ser humano, como persona. Ahí sos vos por vos. Nadie más se va a importar por vos. Tenés que hacerte hombre rápidamente para no pasarla mal”, concluyó.
Hoy Lorenzo Emanuel Bidart está convencido que por algo pasan las cosas y siempre está a la espera de algo mejor, que seguramente llegará y será como la primera vez.

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