Rivera, lunes 4 de noviembre de 2024

Roberto Mezza ahora juega se dedica solamente al básquetbol

La presencia del Juventud de Salto nos permitió advertir la presencia de un, ya vaterano y con unos cuántos kilos demás, pero aún reconocible.
¿Cómo olvidar a Roberto Mezza? Se trata del salteño que en una noche de comienzos de marzo de 1994 tuvo en sus pies la tristeza del pueblo deportivo riverense que colmaba el estadio Municipal en la segunda final del Campeonato del Litoral.
Ya no restaba tiempo y el fraybentino Cúneo sancionó un penal a favor de los salteños.
Dicen que no era Mezza el encargado de rematar, pero fue él quien tomó la pelota y se fue al punto fatídico. A su frente Washington Serací Mora.
Si era gol, Salto era el campeón, si lo atajaba el “Gallo” todos nos íbamos a Artigas.
Y el “Gallo” contuvo la pena capital, la pelota salió a un costado y allí Víctor Hugo Pacheco cometió un penal mucho más grande y visible que el árbitro no se animó a sancionar.
Nos fuimos a Artigas y allí llegó el último título logrado por una celeste mayor.
Lo reconocimos, fuimos hasta él y se lo preguntamos.
Sonríe y nos dice: “¿Cómo no se va acordar si soy el que les dio la última gran alegría…?”
Inmediatamente todos sus compañeros dejan el entrenamiento previo para agregar frases: “Mirá como se acuerdan de Roberto”; “Contá que desde ese día no lo dejamos patear un penal, ahora sólo con la mano”; “Escribí todo que lo vamos a mostrar en Salto”; “Rivera le debe una estatua a este hombre”; “Y pensar que al ‘Gallo’ hoy lo tenemos en nuestra tierra”…
Fuera de toda broma, minutos después comenzó el partido ante los Senior de Sarandí Universitario y Roberto Mezza demostró saber encestar, por lo menos mucho más que rematar desde los once pasos.
Mucho tiempo después, quince años, llegó el momento de agradecerle, claro que al “Gallo” también…

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