Rivera viajó a Artigas como puntero en ambas categorías y volvió tercero

Teniendo en cuenta que se clasifican solamente dos por serie y hoy la celeste está tercero en ambas categorías, hoy, al finalizar la primera rueda, estaría eliminado de la disputa del campeonato del Litoral Norte.
Los celestes viajaron a la ciudad de Artigas como líderes de ambas tablas de posiciones, en las dos se mantenía el invicto pero todos sabíamos que ante un rival difícil, y que se trataba de una durísima prueba.
Los juveniles estuvieron cerca de mantener la invencibilidad, el empate hubiera sido lo más justo, hubo chances, se perdió en el momento de la definición y hasta la última pelota del partido, Rivera tuvo a punto de haber rescatado tres puntos (uno para los celestes, y dos menos que dejaría de ganarlos un rival directo) que serían realmente trascendentes para el final de la disputa de la serie.
Pero hay que mencionar que se continuaron con los errores que se habían presentado en los dos partidos anteriores.
Los defectos anotados y visibles no fueron corregidos a tiempo y cuando se enfrentó a rivales de menor calidad técnica y se sabía que en momentos de enfrentar a Artigas, no se podían reiterar porque el costo a pagar sería importante, y lo fue.
En el medio de la cancha no hay marca y mucho menos creación de fútbol para los atacantes.
En el ataque hay jugadores fuera de posición que han tenido éxito en su actuación ante rivales de menor calidad, pero ante el rival directo de la serie, los problemas fueron otros.
Un gol fue una diferencia importante y el gol lo entregamos nosotros mismos cometiendo un error que ya se había advertido antes.
El empate no llega porque se buscan las soluciones demasiado tarde en el partido.
Artigas fue organizado en la defensa y Rivera fue desorganizado en el ataque y así se puede resumir este encuentro.
Aún así hubo chances, el empate estuvo latente y la explicación que Artigas también lo sintió así fue el festejo desmedido de los locales en el momento de la finalización del partido.
Nada está perdido, aún estamos a tiempo porque en la rueda de revanchas hay dos partidos como locales y el que se juega afuera será ante Tranqueras que estará completamente eliminado.
En mayores sucedió algo similar.
Ganar cuando los rivales son inferiores posibilita la corrección de errores y en esta oportunidad se enfrentó a un equipo con oficio, con jugadores muy experientes, con campeones del Litoral en dos temporadas consecutivas.
El mediocampo y el ataque local demostraron que ingresaron a la cancha con el convencimiento de ofender considerando que nuestro punto débil estaba allí.
Tampoco todo está perdido, hay dos partidos claves como locales que no se pueden perder puntos.
Hay que ganarle a Tacuarembó, ganarle a Artigas y esperar que los fronterizos, como locales, le ganen a los rojiblancos o de lo contrario en esa última fecha conocer el resultado que nos favorezca ante Tranqueras para lograr la clasificación.