Pudo haber sido una victoria celeste pero Rivera olvidó el libreto y terminó cediendo el empate
La selección sub-15 de Rivera jugó un buen partido y fue -por momentos- una de las mejores exhibiciones futbolísticas de la campaña de nuestro equipo juvenil.
Hubo buen funcionamiento por líneas y hubo, por encima de todo, un juego de equipo que fue vistoso pero le faltó efectividad.
Es cierto que hubo un par de situaciones que merece la atención especial porque en definitiva terminaron siendo decisivas en el resultado y hasta puede llegar a serlo en la clasificación a la siguiente fase.
Hubo, por ejemplo, dos oportunidades de gol que se marró en condición muy propicia de hacerlo.
La primera en el primer tiempo cuando Rubén Darío Mendoza pudo haber colocado un cabezazo lejos del alcance del golero y la pelota terminó rebotando en las manos del desesperado meta rojo y en el rebote, mucho más claro, para Matheus Pereira que debió mandarla al fondo de la red y terminó estrellándose contra el cuerpo de un defensa con el golero ya vencido.
La otra en el segundo tiempo cuando en un remate de Pereira, el meta dio rebote y quedó caído y Rubén Darío Mendoza, con todo el arco a disposición la mandó por encima del horizontal.
Pero hubo más porque a los 27 minutos del primer tiempo hubo una falta contra Rubén Darío Mendoza dentro del área que el árbitro no sancionó e incluso no le mostró la tarjeta amarilla al jugador riverense si entendió que éste simuló la falta.
Dos minutos más tarde, lejos del área, sanciona una falta a favor de Durazno que fue exactamente igual a la anterior, dualidad de criterios que no se puede tener teniendo en cuenta si la jugada fue dentro o fuera del área.
Pero aún así, los celestes llegaron al gol a los ocho minutos del segundo tiempo con pelota bien jugada y en los pies de Lucas Rodríguez, con ojos bien abiertos, para colocarla lejos del alcance del golero rival.
Uno a cero, el mejor momento celeste en el partido y posibilidades de llegar a una diferencia que nos permitiera jugar con tranquilidad la revancha.
No fue así, Rivera quitó el pie del acelerador y nos quedamos con las manos vacías porque faltó continuidad en el accionar ofensivo.
Durazno hizo cambios y si bien es cierto no llega al empate porque hubieran dado buenos resultados, lo cierto es que coincidió con el descenso celeste que pasó a ser un equipo confundido en cuanto a funciones en la cancha y mucho más en cuanto a juego colectivo.
Dio la sensación que estábamos conformes con el empate y que con el uno a cero nos íbamos tranquilos a la revancha cuando la realidad del partido nos demostraba que había que seguir ofendiendo y haber alcanzado una diferencia mayor.
EL EMPATE DE PENAL
Las muy buenas intervenciones de Adriano Freitas solucionaban todos los problemas defensivos celestes que no fueron muchos pero que fueron muy peligroso para nuestro arco.
No había muchas posibilidades de gol para el conjunto visitante hasta que en una, lejos del arco pero dentro del área y contra la línea de fondo, se vio salir velozmente al Asistente directamente a la intersección de la línea de fondo con la línea del área penal.
Clara demostración de haber visto una jugada que el árbitro debería sancionar con la pena capital.
No la vimos, ni sabría establecer si alguien la vio, tampoco el árbitro que no estaba lejos de la jugada y bastante más cerca que el Asistente que la sancionó.
Pero el árbitro, en la duda, confió en la determinación de su compañero y sancionó el penal que Milagro Almada transformó en gol cuando restaban apenas ocho minutos para el final del partido.
Luego no fue lo mismo porque vinieron dos cambios que más que soluciones fueron situaciones que se buscaron ante la desesperación de perder los tres puntos.
Hubo desconcierto, desorden táctico y se buscó a corazón y no a fútbol.
Aún así hubo dos jugadas que pudieron terminar en la red contraria, un remate de Juan Ignacio Viana que pasó por encima del horizontal y una serie de rebotes dentro del área roja, después de un tiro de esquina, que la pelota anduvo muy cerca de la línea de gol de la valla duraznense.
Pero, justo es decirlo, también la visita llegó al área celeste y hasta hubo una oportunidad que salvó nuestro guardameta, que pudo haberle dado la victoria a la visita.
Toda la expectativa está centrada ahora, en la revancha a jugarse el próximo sábado en horas de la noche a orillas del Río Yí.
No hay nada que nos permita asegurar que el empate logrado por Durazno no clasifique a la final sin más trámite.
Para ello tendrá que ganarnos el partido o empatar cero a cero y eso no hay quien lo pueda asegurar hoy porque ha quedado claro que fue un partido tan difícil para nosotros que como para ellos.
Es parejo y a esta edad la localía influye muy poco, este mismo equipo rojo le ganó a Paso de los Toros en el Odriozola y luego perdió en el Landoni llegando a la clasificación solamente por la diferencia de un gol de visita.
Habrá que trabajar por lograr ese gol que nivele la situación y a partir de allí comenzar a cimentar una clasificación que está tan alejada para nosotros que para ellos.
LOS DETALLES
RIVERA 1 DURAZNO 1
Cancha: Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 20:30. Jueces: Oscar Camargo, Wilmer Sanguinetti y Nelo González (terna de Tacuarembó).
RIVERA: Adriano Freitas, Lucas Velázquez, Facundo Sian, Víctor E. Rodríguez, Santiago Gómez, Igor Alvez, Cristian Morales, Maxmilian Amado, Ruben Darío Mendoza, Lucas Rodríguez y Matheus Pereira.
Cambios: Nahuel Fernández por Matheus Pereira; Pablo Castaño por Maximilian Amado; Juan I. Viana por Ruben Darío Mendoza y Ricardo G. Vargas por Lucas Rodríguez.
Gol: Lucas Rodríguez a los 8’ del segundo tiempo.
DURAZNO: Facundo Zapata, Santiago Ruiz Díaz, Milagro Almada, Marcos Devitta, Kevin Lacuesta, Manuel Carrica, Facundo Irureta, Matías Cortazzo, Nahuel Pajares, Guillermo Porcille y Lucas Martínez.
Cambios: Damián Sosa por Kevin Lacuesta; Matías López por Matías Cortazzo; Matías Álvarez por Guillermo Porcile y Aníbal Pintos por Facundo Irureta.
Gol: Milagro Almada a los 32m del segundo tiempo de pena.