Rivera, viernes 8 de noviembre de 2024
Fue fundado el 26 de febrero de 1921:

Peñarol festejó ayer sus 97 años de vida, sin contar los años del “Tabaré”

Cuando el fútbol de Rivera recién comenzaba a dar sus primeros pasos, a mediados de abril de 1906, un grupo de muchachos estimulados por don Isabelino Pais y dirigidos por el joven Marcelo Cancela, ensambló ideas y esfuerzos con el fin de fundar un club que se dedicara a la práctica del incipiente deporte inglés.
Don Isabelino era funcionario de la Estación del Ferrocarril de Rivera y morador de la zona. Futbolero de espíritu, seguía a través de los periódicos que llegaban a Rivera, las campañas del popular CURCC (Central Uruguay Railway Cricket Club) de Montevideo, club al que asistiera en las canchas capitalinas en algunos de sus viajes. El aurinegro CURCC había nacido en el seno del Ferrocarril Central del Uruguay en 1891, de ahí sus colores amarillo y negro.
El deseo de Pais era que en Rivera existiese una institución que fuese el fiel reflejo del CURCC capitalino; un aurinegro riverense.
Al momento de darle vida al nuevo club de fútbol de la frontera, un detalle estuvo fuera de discusión, los colores de su camisa serían el amarillo y el negro, distribuidos en finos bastones verticales.
Sí se discutió por largo rato, el nombre de la naciente institución: “CURCC Rivera”, plantearon algunos, “Peñarol”, expresaron otros, refiriéndose a la localidad montevideana que cobijó al CURCC desde su fundación.
Pero después de algunas deliberaciones, la denominación que cobró fuerzas y emergió de los versos pomposos del poeta Juan Zorrilla de San Martín, fue “Tabaré”. El canto segundo del libro “Tabaré” de Zorrilla de San Martín, fue el fuego inspirador que decretó el bautismo del novel club: Tabaré Foot-Ball Club.
Al igual que en el inspirador capitalino, los primeros futbolistas del aurinegro riverense fueron los propios empleados de la Estación, liderados por el polifuncional Marcelo Cancela, a quien don Isabelino le había inculcado el sentir y el ser aurinegro.
A estos jóvenes riverenses se les sumaban, esporádicamente, funcionarios del Ferrocarril Central que venían desde Montevideo y que eran expertos jugadores, ya que se codeaban con los principales deportistas de la capital del país.
Durante sus primeros años, el Tabaré se dedicó a aceptar y proponer enfrentamientos amistosos con los clubes de la frontera. Por esos años (1906, 1907 y 1908) el Rivera Foot-Ball Club, de este lado de la “línea divisoria”, y el 3 de Maio, del otro, dominaban el ámbito futbolístico de las dos ciudades.
Luego, venían entreverados: el 19 de Abril; el Club Militar; el Céspedes; y el santanense 14 de Julho. En 1908 aparecerían: el Lavalleja, que abandonaba el perímetro escolar, cuna de su nacimiento; y el Uruguayo, que absorbería a los principales nombres del Rivera F. C. y se tornaría el principal exponente riverense. Con todos estos clubes el linajudo aurinegro cotejaría fuerzas.
La campaña del Tabaré en la competición no fue buena, sumó solo un punto al igual que el Lavalleja, pero los rayados de la Estación ingresaron en la rica historia del fútbol riverense como uno de los cuatro clubes que iniciaron los torneos organizados en la frontera.
El 26 de mayo de 1912 como preliminar del partido jugado en Rivera se enfrentaron el Guaraní de San Fructuoso y el Peñarol de Rivera, improvisado aurinegro, constituido esencialmente por los futbolistas del Tabaré que no formaban parte de la selección. Fue la primera vez que en Rivera se vio a un Peñarol en un terreno de juego.
La temporada de 1913 fue un tanto accidentada para el Tabaré, ya que el club fue desafiliado antes del inicio de la segunda rueda del campeonato Rivera de ese año. El motivo de la desafiliación fue por haber abandonado la cancha en el primer partido del torneo “Salón Le Rendez-vous”, certamen oficial de la liga, jugado entre las dos ruedas de la copa Rivera.
El aurinegro le ganaba bien al Lavalleja por 3 a 1 y decidió no seguir jugando el encuentro porque consideraba que las decisiones del referee eran parciales a su contrincante. Después de ser echado de la liga, se dedicó a jugar algunos partidos con cuadros fronterizos no-afiliados o con importantes instituciones de otras ciudades.
A mediados de 1920 un Tabaré sin ánimos y prácticamente sin jugadores, ya que la mayoría deambulaba por otras instituciones, sucumbió y poco a poco dejó de existir.
Otros vientos soplaban en mentes aurinegras y la idea de reflotar al Peñarol resurgió con mucho ímpetu. Ya en los primeros días de enero de 1921 estaba casi todo acordado para la fundación de una nueva institución aurinegra.
El 26 de febrero de 1921, desde las 21:00 horas, se reunieron en el local del Centro Obrero los señores: Tell Ramis; Romeo Pellarolo; Francisco Camps Fajardo; Adolfo Frigerio; José L. Eula; Basilio Moraes; Washington Pais; Luis García Prates; Domingo Pasos; Luis A. Dumestre; Agustín Manito; Simón Jacobo; Alberto Duarte Gomeza; Telmo Vargas; Joaquín Ospitaleche; Basilio Marset; Lino Aranda Correa; Máximo Armand Ugón; Marcelino Izcua Barbat; Geremías de Mello; Isabelino Pais; Modesto V. Ipar; Fernando Segarra; Juveniano Fontoura; y Rómulo Alonso.
Después de un par de horas quedó labrada el acta de fundación del Peñarol Football Club y el distinguido señor Tell Ramis fue electo primer presidente.
El 20 de marzo de 1921 se llevó a cabo el primer partido del Peñarol F. C. ante el albinegro Lavalleja. A pesar de la buena actuación de los once peñarolenses, el triunfo le correspondió al ahora decano Lavalleja. No se pudo ganar en el debut pero fue el comienzo de una novela adoquinada de glorias. Fotografía de archivo.

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