Rivera, domingo 22 de diciembre de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

¡Peñarol bi-campeón!

Los aurinegros llegaron a una consagración difícil de lograr en este fútbol riverense. Lograron el bi-campeonato de la categoría sub 18 y la explicación puede resultar sencilla pero encierra una serie de datos que son muy interesantes y que analizamos en las páginas interiores de este Suplemento.
Encontrarán datos estadísticos que rodearon la consagración aurinegra, los goles, los partidos, las expulsiones, los árbitros, todo, pero lo que no se va a indicar, porque forma parte de lo subjetivo de cada uno de nosotros, son las razones.
Sin embargo éstas también tienen una fácil explicación que se podría resumir en una sola palabra: trabajo.
A partir de ahí podemos enumerar otras que solamente justifican la primera y que pasan por el empeño, el esfuerzo, la contracción, la unión y decenas de palabras que lo único que hacen es señalar la importancia de cada una de ellas en el logro del objetivo.
Pero basta recordar una serie de partidos y situaciones puntuales para darnos cuenta de la importancia de la práctica diaria, que es causativa, a veces tediosa, pero siempre eficaz.
Por ejemplo la derrota ante Sarandí Universitario en la primera fase del certamen.
Se perdió el único partido que se podía perder y fue un llamado de atención no solo al cuerpo técnico sino que, mucho más, a los jugadores.
Fue el claro aviso que no podía haber distracciones, desatenciones y que, con esfuerzo se podía remontar la difícil situación de salir de la cancha goleado por el rival. Y Peñarol lo logró.
Pero también los goles y su importancia.
Los aurinegros no fueron siempre excelentes, no siempre jugaron para encantar a simpatizantes y dejar contentos al cuerpo técnico, pero en los momentos difíciles fue cuando afloró el trabajo de la semana que marcó la diferencia.
Una mil veces tiros libres, centenas de veces, la mejor posibilidad de pelota quieta en el tiro de esquina y eso tiene un fruto seguro que es una de las formas de abrir la defensa contraria cuando el partido no es fácil.
Y para muestra basta un botón,… en la final, en el peor momento aurinegro del partido, cuando no solo perdía ante Oriental sino que era dominado en cada uno de los sectores de la cancha, surge una jugada de tiro de esquina y el gol se concreta de la misma manera que se planificó durante el entrenamiento.
Un par de minutos después, la misma jugada, el mismo gol y comenzó a definirse el título.
Peñarol fue, en definitiva, una clara muestra que con trabajo, empeño y contracción, los objetivos se pueden cumplir.

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