Notable actuación colectiva basada en excelente labor de varios jugadores
El Deportivo Colina llegaba con la intención de ganar el partido y no conformarse con una división de honores.
Mucho antes del comienzo del partido, el técnico nos entregó el formulario con la integración del equipo y nos explicaba las razones que lo llevaban a tener un objetivo claro, traerse los tres puntos desde San Gregorio de Polanco.
Justo es mencionar que al leer la hoja que nos entregaba, le pregunté acerca de algunas situaciones que, a nuestro criterio, descuidaban aspectos defensivos buscando más verticalidad hacia el arco contrario.
El almuerzo aún no se había servido y Miguelito Lemes nos brindó las explicaciones del caso señalando que el Deportivo Colina no llegaba hasta San Gregorio de Polanco a buscar un punto sino que quería llevarse los tres y una clasificación al alcance de la mano.
Y fue un partido muy bien jugado por el Deportivo Colina y, sin embargo comenzó perdiendo en jugada aislada.
Antes y luego del gol de los locales, el partido estuvo a favor del Deportivo Colina pero el gol no llegaba, incluso poco antes del empate el propio Jonathan Díaz había estrellado un remate en el palo con el golero vencido.
Pero, minutos más tarde, el nueve la encontró en el área y remató en medio de defensas y el propio golero local.
Era el empate pero el Deportivo Colina merecía más que ello y siguió buscándolo hasta que poco antes del final del primer tiempo Michael Ribeiro, constituido nuevamente en uno de los mejores jugadores de la cancha ponía justicia en el tanteador.
Dos a uno ganaba la visita al final de la primera parte y muchos consideraban que se podía haber retirado con una diferencia mayor pero el esfuerzo ya valía bastante porque se había dado vuelta un resultado adverso.
Había confianza y se sabía bien que de no mediar nada extraordinario el tercer gol estaba cerca y la victoria no corría peligro alguno.
Sin embargo, como esto es fútbol, Deportivo Colina siguió jugando bien, tenía el dominio de todas las acciones en la cancha pero el gol lo hizo Estudiantes.
Fueron momentos de indecisión en el partido que los aprovechó muy bien el local y, por algunos instantes el Deportivo Colina se perdió en la cancha, hasta hubo cierto temor de la llegada del tercero de Estudiantes.
Ya sobre los cuarenta minutos y restando tan poco, con el local jugado al ataque buscando no perder la posibilidad de los tres puntos en casa, el Deportivo Colina se repuso, se ordenó mejor en defensa y mediocampo y a partir de allí comenzó a rehacer su fútbol ofensivo.
Tanto es así que a dos minutos del final del tiempo reglamentario, un contragolpe, donde todos los locales reclaman posición adelantada que no fue, Michael Ribeiro aprovechó el desborde por derecha de Jonathan Díaz y desde corta distancia la mandó al fondo de la red.
Delirio total en la cancha, y en la tribuna, un puñado de hinchas, en su gran mayoría femenino, hasta el pitazo final del duraznense.
Nuevamente, en la hora y tres puntos vitales para una clasificación cada vez más cerca.
Un triunfo que se cimienta en un gran juego colectivo donde no hubo sobresalientes actuaciones individuales pero si hubo una columna que se mantuvo firme en todo momento donde la férrea defensa confía en la actuación de Mario Cuevas que aparece siempre en los momentos oportunos para, con buenas atajas, restarle trascendencia a los esfuerzos ofensivos de los rivales.
Un medio donde Fabricio Ferreira los corre a todos, quita y apoya y donde los que crean fútbol entregan el fútbol a quienes tienen la misión de definir y allí el Deportivo Colina tiene a expertos en la función.
Trascendente lo de Michael Ribeiro pero con un acompañamiento de lujo en Jonathan Díaz y Bruno Guedes.
Por si todo ello fuera poco, en esta oportunidad Francis da Costa tuvo un gran trabajo en una zona que no es la habitual y Anthony Márquez levantó muchísimo su producción futbolística-.
Firme en los laterales, con apoyo permanente de los laterales, Viera de un lado y Santana del otro pero con dos zagueros que no juegan en la tarea. Lemes y Da Silva se afirman cada vez más en la función.
Por si todo ello fuera poco para coronar una muy buena gestión, el técnico volvió a acertar en los cambios, como sucedió en el primer partido y el Deportivo Colina logra algo que era un objetivo pero que era difícil de cumplir, seis puntos al término de la primera rueda y una clasificación que cada vez está más cerca.