Rivera, miércoles 27 de noviembre de 2024

La alegría era incontrolable: Seis puntos en el debut nacional

Quizás muchos desconozcan los enormes inconvenientes que tiene el Deportivo Colina y hasta hubo quien dijo que “si no tiene condiciones, ¿por qué participa en un campeonato que tiene costos muy elevados?”.
Quizás no se conozcan detalles de la actividad que cumple el Deportivo Colina y que hay jugadores que lejos de cobrar, son los que bancan a la institución y apoyan en cada uno de sus decisiones.
Es el momento de trabajar con el “diario del lunes” y analizar cuánto valen estos seis puntos logrados por el Deportivo Colina en el comienzo de su campaña a nivel nacional.
Estos puntos valen tanto que ni siquiera hoy nos acordamos que la Intendencia Departamental no le brindó el mismo apoyo que se les ha brindado a todos los demás equipos que han incursionado en este emprendimiento.
Basados en que en estos últimos años la comuna colaboró con cada uno de los equipos que representaron a nuestro fútbol en este mismo campeonato, el Deportivo Colina partía con el superávit del costo del transporte.
Sin embargo, a cuarenta y ocho horas de la partida se les comunica que solamente podrían hacerse cargo de una parte del combustible, un valor aproximado a la quinta parte de uno solo de los viajes.
Porque mantienen un clima familiar y son capaces de invitar a la prensa deportiva para ir con ellos en el ómnibus y los atienden en forma personalizada.
Porque las esposas, novias, hijas de los dirigentes son quienes van a la cocina a preparar el almuerzo y la merienda de los jugadores.
Es por ello y muchas cosas más que estos seis puntos logrados en los dos primeros partidos del debut a nivel nacional valen mucho más que la punta de la tabla, que la clasificación casi lograda, que el esfuerzo que cada uno realiza.
No interesa el resto, lo que viene se va a tomar con la misma calma y tranquilidad que lo que ha pasado hasta ahora, pero lo del futuro, solamente el futuro lo dirá, hoy es tiempo de disfrutar el presente y los jugadores, lejos de participar o intervenir en el clima enrarecido que se vivía en la cancha entre la terna arbitral y los jugadores locales, se metieron al vestuario y festejaron a su manera.
Lo que viene, vendrá, el presente está reflejado en la cara de cada uno de los jugadores, dirigentes, familiares y quienes acompañamos a la delegación hasta San Gregorio de Polanco.

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