¡Nos robaron!

No nos estamos refiriendo al partido donde el árbitro Luis Fabregat, uno de los principales de la OFI, no tuvo una buena actuación. Se equivocó, y en algunos casos, bastante feo, pero para los dos lados.
Como siempre sucede, favoreció un poco más al local que a la visita pero en términos generales fue discreto.
Hubo dos penales muy similares, a favor de Rivera lo sancionó porque ganaba Paysandú cuatro a cero. Estoy seguro que si el partido era parejo en el tanteador, no lo sancionaba.
El otro a favor de Paysandú y no lo cobró, pero fue exactamente igual.
Volviendo a lo del título, un grupo de jugadores celestes -especialmente aquellos que no integraban el plantel para el partido-, estaban afuera a la hora de la siesta.
En un determinado momento Claudio Omar Silva alertó a sus otros compañeros que unos jóvenes transportaban la indumentaria deportiva de nuestra selección.
El propio Silva, Aquino y otros, incluso el delegado Jesús Nogueira, salieron a la caza de los muchachos e inmediatamente alertaron a la policía.
La Seccional Tercera, de muy rápida actuación, se constituyó en el lugar y ante el conocimiento de quienes podrían ser se fueron a buscarlos.
Los encontraron en un barrio donde la Policía fue recibida con una lluvia de piedras que incluso provocó la lesión de algunos efectivos pero lograron recuperar el bolso con la mayoría de las prendas que habían sido hurtadas.
Cuando se efectuó el recuento faltaron algunos pantalones deportivos, y gran parte de las prendas de vestir del equipier de la selección Zenón Silva que fue el más perjudicado, hasta le llevaron un par de alpargatas…
Hubo un reconocimiento público a la efectiva labor de los policías recuperando todo el material deportivo aunque en ese lapso, mediante la gentileza del colega sanducero Julio Gustavo Gentile, ya se había logrado que el club Independencia local (de indumentaria celeste) le cediera su vestimenta para actuar en horas de la noche.
Todo terminó bien, la celeste del Norte jugó con su camiseta original y solamente Zenón se quedó sin ropa… y sin alpargatas.