No querían tercer partido, ahora varios quieren proponerlo de nuevo
Cuando la OFI resolvió que no se jugara más el tercer partido final en sus Campeonatos Nacionales, tanto de selecciones como de clubes, comenzaron a buscar antecedentes que validan el partido y no esta nueva forma de definición.
De acuerdo a los resultados registrados, hace dos años atrás, en el Campeonato de Clubes Campeones Central de San José fue campeón del Interior sin haber ganado en la final.
Empató en Salto y volvió a empatar en San José y ello abrió las dudas acerca del acierto de haber eliminado el tercer partido final que establecía OFI hasta diciembre del 2011.
Siempre, históricamente fue algo tradicional del fútbol del interior, grandes fiestas deportivas adentro y afuera de la cancha se vivieron en esas definiciones en canchas neutrales que celebraban la venida de la fiesta del interior sin tener protagonismo deportivo quien era el anfitrión; finales inolvidables con la justicia de que en la igualdad, tenía posibilidades de desempate a través de alargues o de emotivas definiciones a través de los penales.
Finales como la del ‘72 cuando la celeste derrotó a Maldonado en Durazno por dos a cero luego de ganar como visitante y perder como local.
Finales inolvidables en el “Silvestre Octavio Landoni”, como las dos definiciones de Palermo como el Rey de Copas en el ‘87 y ‘89 a través de los penales dejando a los equipos artiguenses en el camino, el inolvidable 4 a 2 de Tacuarembo sobre San José con casi diez mil personas en el ‘87.
En el viejo “Campeones Olímpicos” de Florida, cuando Lavalleja en el ‘82 vence a Ligas Federadas de Colonia, rompiendo las taquillas históricas del estadio floridense o cuando Ligas Federadas de Maldonado en el ‘96 vence en tercer partido a Paysandú, en el “Juan Antonio Lavalleja” de Minas cuando en el ‘62 con 5.000 personas Cerro Largo en tercer partido vence a Colonia y consigue el título de mejor del interior, o recientemente en el 2010 cuando los tricolores helvéticos consiguen el primer título clubista para el departamento de Colonia en una tercera final sobre el Melo Wanderers, o el Mario Sobrero cuando la final del interior de 1978 entre Cerro Largo y Maldonado, el día que quedó gente a fuera del estadio porque no había más lugar para nadie con la consagración arachana con más de 2.500 arachanes que fueron locales en esa jornada de gloria.
O en 1988 en el “Martínez Monegal” cuando Paysandú se coronó a manos de Rocha el mejor del interior con más de 8.000 personas que llegaron de todas partes a ver esa gran final.
O el viejo Campus de Maldonado cuando todavía no era lo que es ahora allá por el ‘86 cuando San José goleaba a Cerro Largo en tercer partido.
O la final del Litoral del ‘92 cuando Rivera derrotó a Salto en el “Matías González de Artigas”.
Ejemplos hay cientos para determinar que un tercer partido, no interfiere en nada los calendarios y que por contrapartida ha sido la gran fiesta del futbol del interior, porque tiene ese aditivo especial de un lugar neutral para definir un título del interior.
No se la causa exacta, pero la definición más justa era la de un tercer partido en feudo neutral, que define al mejor, no lo que es este mamarracho de definición que se dio en que un equipo sea campeón sin haber podido ganar una de las dos finales.