No hubo decisión, no hubo canchas, no hubo guardia policial: no hubo fútbol
Una situación realmente insólita vivió el fútbol juvenil riverense tan lleno de situaciones irracionales. Todo se fue generando a medida que pasaban los minutos y llegaban nuevas informaciones, lo concreto fue que, en definitiva y resumen, no hubo fútbol.
Comenzamos por establecer que la lluvia del sábado ya ponía, por lo menos en riesgo, la posibilidad de habilitación de las canchas.
Hubo indecisiones, hubo desencuentros y omisiones porque quien primero debió haber adoptado una determinación fueron los propios dirigentes, que se llamaron a silencio y desconectaron toda posibilidad de contactos.
Una simple decisión de suspensión hubiera cambiado toda la historia con idéntico final. Pero no la adoptaron y dejaron la decisión en manos de los árbitros y ahí hubo decisiones disímiles.
En el Parque “Pedro Estévez”, el árbitro del partido de primera hora decidió que la cancha no ofrecía condiciones. Estaba la policía y los portones del campo de juego abiertos a disposición de los árbitros.
En el Parque “Pedro Maciel”, según informó el árbitro del encuentro, un dirigente le señaló que debía suspender porque no se iban a abrir los portones de acceso a la cancha.
Los dirigentes señalan que eso no fue real y que la suspensión del preliminar se debió a otra situación. Lo concreto es que en el formulario dirá que Peñarol no cedió sus instalaciones para que el partido se jugara a pesar que había guardia policial.
TAMPOCO SE DISPUTARON LOS PARTIDOS DE FONDO
En el Parque “Pedro Estévez”, según se dice y se deberá confirmar esta noche en la sesión del Consejo, la Presidente de la institución anunció que al no haberse jugado el preliminar en ninguna de las canchas, no cedía su escenario para el partido de fondo.
También aquí hay otras versiones que hablan de la presión de uno de los clubes que no deseaba jugar el partido.
En el Parque “Pedro Maciel”, la terna, con todo el tiempo, recorrió el campo de juego y anunció que se iba a jugar. Todos se aprontaron, ingresaron a la cancha, realizaron ejercicios y hasta se saludaron los rivales y realizaron el sorteo reglamentario de vallas.
Pero no llegó la policía y Oscar Saavedra otorgó un plazo para que quedara todo en orden. Pasaron quince minutos y al no haber solución al tema, el árbitro se retiró del campo de juego.
En resumen, no se jugó ni un solo partido de la categoría juvenil sub-18, aunque cada uno de ellos por una razón diferente.
Sin duda alguna que la sesión del Consejo de Juveniles será realmente trascendente en la jornada de hoy y varios tendrán que dar explicaciones luego de leídos los formularios de los partidos.