Los clásicos rivales no se superaron en el entrenamiento de las selecciones sub-15

Los clásicos rivales del norte jugaron ayer en el Estadio Municipal como único entrenamiento válido antes del comienzo del Campeonato Nacional de la sub-15.
Mario Castillo, director técnico de los rojiblancos no aceptó el pedido efectuado por Orlando Correa de jugar dos partidos de sesenta minutos y, en definitiva fue un partido normal de la categoría con dos tiempos de cuarenta.
Los técnicos debieron agudizar el ingenio para utilizar a todos sus jugadores otorgando la posibilidad de un tiempo para cada equipo.
Con ello reduce a la mitad la posibilidad de ver en acción a los presumiblemente titulares, tanto de un lado como del otro.
Y hasta nos quedamos con la duda de saber, por lo menos en nuestro caso, si el técnico considera titulares a quienes ingresaron jugando o a los del segundo tiempo o se trata de una mezcla de la que luego extraerá conclusiones.
Pero, de todas maneras hay que tener en cuenta que tanto para Rivera como para Tacuarembó se trataba de un enfrentamiento entre equipos que se están preparando para intervenir en el mismo certamen y no equipos que solamente sirven como sparring sin compromiso alguno.
Aquí los jugadores se juegan el puesto, necesitan ser vistos por el cuerpo técnico para tener chances de estar en la titularidad a partir de la semana que viene.
Mucho más complicado para la celeste que juega como visitante en Paysandú.
Los rojiblancos deben viajar también pero para jugar ante San Gregorio de Polanco.
Un entrenamiento del que solamente los cuerpos técnicos podrán extraer conclusiones, desde la tribuna fue prácticamente imposible por el trasiego de jugadores en la cancha. Lo concreto es que no hubo goles.