Lavalleja no pudo y Oriental no supo ganar, y el partido terminó empatado
El partido estaba cargado de emociones previas, volver al escenario de Lavalleja para un encuentro clásico era toda una novedad.
Habrá que remontarse muchos, pero muchos años para encontrar una situación similar con puntos en juego y por el Campeonato mayor del fútbol local.
So todos los que estuvieron en el parque Pedro Estévez hubieran pagado su entrada, seguramente será la primera fecha con superávit del certamen.
Fue, sin duda alguna, el partido de mayor concurrencia de aficionados en lo que va del torneo y Lavalleja hizo su fiesta hasta el final empañándola en algo con algunas situaciones reprochables de un par de parciales que fueron contenidos por la Presidente de la institución, por el técnico Danilo Picanzo y por Marcelo Alvez. Pero en realidad el fútbol faltó a la cita.
El decano, como siempre, con algunos inconvenientes en la integración, con Robert López jugando como lateral derecho, aunque cumplió a satisfacción su rol, y con la presencia del veteranísimo Nilso Jair dos Santos como abanderado del grupo que hace un par de años lograra el tricampeonato.
Oriental con casi todo su equipo titular pero con ganas de poder solucionar algunas situaciones adversas generadas dentro del grupo que terminaron con sanciones internas a jugadores que no compartimos pero tampoco criticamos.
La realidad del partido nos fue mostrando que Lavalleja ya no podía llegar al triunfo porque se quedó sin fuerza física y salvo el ingreso de Luis Eduardo Ponce de León, los demás cambios no arrojaron el resultado esperado.
Por su parte el azul no encontraba la mejor manera de llegar con pelota dominada al ataque y la conexión con Marcos Ramos falló al extremo que fue el propio centro delantero quien tuvo que crearse algunas situaciones que fueron conjuradas por José Luis Díaz.
Final caliente adentro de la cancha que se trasladó afuera en el momento de la salida del azul donde volaron algunas piedras que fueron claramente advertidas por la Policía que no actuó debiéndolo hacer la propia Presidente del decano.
En la cancha el empate se justificaba por lo poco que hizo el azul y lo que no pudo hacer el decano.