La prioridad es la política partidaria y el fútbol local pasa a segundo plano

Fin de semana diferente para el país, todos los uruguayos estaremos pendientes de la lucha electoral dentro de cada uno de los partidos políticos al celebrarse las elecciones internas.
Ello motiva que la gran mayoría de jugadores, técnicos, dirigentes y aficionados, estén involucrados de una u otra manera al acto.
Unos trabajan por su colectividad política, otros lo hacen en las Mesas receptoras de votos, algunos hasta tienen que trasladarse a otros departamentos para cumplir su deber cívico y otros son custodias de urnas tanto en la capital como en el interior del departamento.
Ello unido a que no hay efectivos policiales a disposición del servicio que deben cumplir en las canchas y, por encima de todo, una disposición constitucional que señala la imposibilidad de realizar espectáculos públicos en esta jornada, hace que tengamos un fin de semana sin fútbol oficial.
Pero esto no debería llamar la atención porque ya se sabía de antemano que esta fecha estaba perdida al igual que la de octubre cuando se realicen las elecciones nacionales y la de noviembre ante un posible ballotage.
Hubo, sin embargo la posibilidad de jugar al menos el partido atrasado que tiene el Campeonato Rivera entre los equipos de Peñarol y Oriental.
Estimamos que se debieron agotar los medios para que al menos ese partido se jugara y con ello quedábamos, al menos al día en el fixture.
Pudo haberse jugado esta tarde, con servicio de seguridad privada que Peñarol se comprometió a pagar, y evitando la coincidencia de horarios con el partido por los cuartos de final de la Copa América, ya que esta tarde Uruguay jugará ante Perú a las cuatro de la tarde.
Ese partido entre aurinegros y azules, jugado a las 13:30 horas, no hubiera afectado para nada y se debió haber jugado.
Pero, en definitiva no habrá ninguna actividad y el lunes los delegados no solo deberán fijar la disputa de la tercera fecha sino que también ubicar el partido atrasado de la segunda fecha.