La diferencia fue una distracción defensiva y lo aprovechó el rival
Todos sabíamos que el partido entre Oriental y Nacional era muy parejo. Incluso así lo habían demostrado en la disputa del primer partido y no solo por el resultado de dos a dos.
Lo que se había visto en la cancha en los primeros noventa minutos nos dejaba claro que de no mediar nada extraordinario el segundo partido se encaminaba inexorablemente a un alargue y definición mediante remates libres desde el punto penal.
Y así era y así lo demostró también el partido jugado el pasado domingo, segundo tiempo de la serie y cuando en el primer tiempo, si bien es cierto hubo mayor cantidad de jugadas ofensivas a favor de los azules, también es oportuno señalar que todas fueron bien conjuradas o por la defensa o por el portero tricolor.
Enseguida que comenzó el segundo tiempo hubo una jugada que pudo haber definido el partido y fue la expulsión de Luis Roberto Adán en filas de los azules.
Comenzaba a aparecer Ruben Darío Mendoza, un jugador muy interesante, muy liviano pero con notable dominio del balón.
Gustavo Fagúndez pretendió tomar la responsabilidad de los ataques del tricolor pero sus intentos se quedaron en situaciones individuales y Nacional no supo trabajar como equipo para sacar provecho de esa diferencia que tenía.
Por el contrario, hubo un descuido defensivo y la pelota le quedó a merced del goleador que había ingresado desde el comienzo del complemento.
Diego Atilio García marcó el gol y esa fue la única diferencia en el partido.
Luego se destaca solamente la expulsión de un jugador de Nacional que volvió a dejar parejo, por lo menos la cantidad de jugadores de un lado y otro.
Poco fue lo que aportó Nacional desde el punto de vista ofensivo y el partido lenta pero sin posibilidad de un cambio, se fue al final para confirmar que la diferencia era un solo gol y lo había logrado el azul que de esta manera se clasificó a la final del certamen juvenil.