José Carlos “Lito” Arias es el homenajeado de los 43º Juegos Verdiblancos
El “Lito” tiene un récord que será difícil de igualar porque hace ya tres años fue nominado como el homenajeado en los Juegos Verdiblancos y hasta ahora no se han cumplido.
Tres años de un homenaje más que merecido pero que el propio homenajeado considera que había otros referentes del club que deberían estar antes que él para este tipo de reconocimiento especial que realiza la institución verdiblanca.
Un día llegaron integrantes de la Comisión organizadora de los Juegos y le explicaron que era parte de la historia de la institución y que lo habían elegido para esta oportunidad.
Se emocionó, pensó en los grandes nombres que ha tenido la institución, a muchos de los cuales los conoció siendo un gurí y muchos de ellos también influyeron para su formación con los colores del club.
Pero el Lito Arias se inició en el campito de la Plaza Carreta, en la esquina de Centenario y Lavalleja donde había cuatro equipos que jugaban campeonatos con la conducción de Héctor Maitía y su padre. Y por allí andaban también el Tito Maitía y el “Fifo”, José Segade que eran los técnicos de los equipos.
“Recuerdo que había cuatro equipos, dos de ellos me acuerdo sus nombres, Mar de Fondo y Bella Vista”, señala Arias.
Vivía en Dr. Anollés y Reyles, barrio de la sede de Plaza Carreta (en la casa del “Papa” Gómez, cartero de la ONDA y golero de los rojinegros), hasta los cinco años y cuando se fueron una cuadra más arriba.
No era golero y hacía goles, incluso cuando llegó a Sarandí Universitario, siendo muy niño, también con su condición goleadora intacta. En ese entonces los planteles de Sarandí entrenaban en la cancha de arena, arriba y los partidos los jugaba en su cancha detrás del estadio.
El técnico era Jesús De Paula y le daba una mano el Cacho, un brasileño allegado al club y a la familia. Todavía no se había organizado el baby y estaba el Peluquero Rebollo junto al Tito Rodríguez a cargo de la actividad en la cancha de arena.
En el año 1971, en oportunidad de los Cuartos Juegos Verdiblancos que homenajearon a Don Francisco Raúl Vellozo ya aparece el nombre del Lito.
En los primeros campeonatos de la recientemente formada Liga Riverense de Fútbol Infantil, Arias era delantero en el equipo de Verdiblanco, segundo equipo de Sarandí Universitario junto a Carlos Arturo Pereira, Gabriel Chucarro, Carlos E. Acevedo Víctor Hugo García Montejo, Gerardo Rodríguez José Carlos de la Barrera, entre otros.
Aparecieron Octalio Álvarez y Baltasar Lalús como responsables del fútbol infantil de Sarandí Universitario y el Lito ya integraba los planteles junto a Juan Eduardo Vargas, José Marcos Acevedo, Pablo y Nelson Seleguín, Gustavo Guedes, Luis M. Aboal, Luis A. Huertas, Laones Galli, Enrique y Eduardo Guadalupe, Ricardo Luis Vargas, Juan José Acevedo, Olmes Nogueira (Mosca), Juan Manuel Arias (su hermano), Eduardo Jesús Aguiar, Floravante Suárez, entre otros.
Ya en el baby fútbol de la Liga, el Lito Arias ya era golero.
Corría el año 1973 y la Liga crea la Tercera Especial, para jóvenes de 14 a 17 años, y Sarandí Universitario designa a José H. Sandín como técnico, luego Baltasar Lalús y después Octalio Álvarez.
Tenía catorce años y fue designado como uno de los Líderes de los 8º Juegos Verdiblancos junto a otros jóvenes del club: Juan Eduardo Vargas, E.J. Aguiar y Gerardo Rodríguez, que resultó ser el campeón liderando el Grupo Fusca.
El Lito aún no tenía edad para jugar, pero entrenaba junto a los otros goleros del plantel, Raúl Perroni y Julio Ferreira.
José Carlos terminó salteando la Tercera Especial. “Yo no tenía ni pretensiones de jugar porque el golero del equipo principal era Elio Silva, después había un brasileño, Vilanova, Raúl Perroni y el “Avo”, Gustavo Estévez y por esa cosas del fútbol, lo operan a Elio Silva que pasó un año sin jugar, el brasileño se fue y se abrió la posibilidad de saltear y llegar directamente a Primera División”, cuenta.
Era muy chico, pero Baltasar Lalús lo respaldó en el arco y como golero titular en Primera, sin suplente, quien estaban a la orden para el caso era Eugenio Camy.
Ese año Sarandí descendió a la B y estaban Luis Alberto Huertas, Gustavo Guedes, Rubén “Bocha” Lemos, Héctor Sabatina, Walkir Silva, Edison O. dos Santos, Hugo Alvez.
El Lito estuvo con Sarandí Universitario, tres años en la Divisional B. El primer año comenzó con la conducción de Isidoro de los Santos quien renunció debido a los malos resultados de las primeras fechas.
Ese año 1977, el que asciende es Nacional de Guilmen Martínez, los Rodríguez como laterales, Chapitel que recién comenzaba, el “Basora” Pereira, el “Chongo” Piñeiro, Wilson Pereira, Cosme R. Fontes, entre otros.
Al año siguiente el que asciende es Progreso del “Petiso” Feoli, con Guilmen Martínez en el arco, Juan Domínguez, Evanoé Pereira, Ney Pereira, Django Lemos, Raúl “Bolinha” Cardozo, Albérico Aberinyuado, entre otros.
A Sarandí Universitario lo dirigía Carlos E. Wallace y el plantel compañero del Lito Arias estaba integrado por el “Mulita” Luis do Nacimiento, Luis Alberto Huertas, Juan Alberto Viera, Miguel López, Sergio Castro, Walkir Silva, Irineo Toledo, Ruben Lemos, Eugenio Camy, Héctor D. Merladet, José Heber Sabaní y Juan Carlos Serón.
Al tercer año se logra el ascenso ganándole la final a Huracán con gol de Huertas de tiro libre. El técnico era Wallace y se conservó el plantel agregando a algunos jugadores, como Julio Álvarez, el “Negrito” Vargas, Víctor Streccia y aparecía José Marcos Acevedo.
En esos años llegaron algunos goleros veteranos a entrenar, pero no quedaron, incluso estuvo el “Pepe” del Campo, el “Chico” Martínez, Washington Calcagno, el “Tararira” Darío Queiroz, pero ninguno de ellos quedó.
José Carlos Arias estuvo hasta el año 1990 en el arco de Sarandí, aunque estuvieron otros buenos goleros como Artigas Farías y después solamente un año aislado, a pedido de Sergio García jugó en Rampla Juniors y después en Veteranos de Sarandí Universitario algunas temporadas.
Fue campeón con Sarandí Universitario en cuatro oportunidades: 1981, 1986, 1989 y 1990.
En el ‘81, jugaba junto a Miguel López, Luis Alberto Huertas, David Gustavo Fontes, Laones Galli, Irineo Toledo, Walkir Silva, Luis do Nacimiento, José Luis Lima, Luis Eduardo Rodríguez y José Marcos Acevedo. Pero estaba también Darcy Martínez, Ruben “Bocha” Lemos, Robert Mendoza y al año siguiente vino el Tito Mendoza.
Vinieron los partidos por la Copa de Clubes Campeones y dos años con enormes inconvenientes con el mismo equipo, el 18 de Julio de Río Negro que lo eliminó en la fase de semifinales una vez que los verdiblancos ya habían obtenido el bicampeonato del Noreste en el segundo año compartiendo la Serie con Peñarol y con Olimar de Río Branco.
“Sarandí tenía un gran equipo y debía haber llegado a las instancias finales, pero se jugó en una cancha que, en realidad, no era una cancha, era el patio de la sede y las casas estaban al lado del tejido, no había tribuna, se salía por el medio de la gente”, explicó Arias.
En el ‘86 aparecía Walter Delco Suárez, Ricardo Vargas, José Mario Rodríguez, Roberto Vallejo y muchos de los otros reiteraban.
En el ‘89-‘90 ya estaban Julio César Leal, Hugo Osmar Alvez, Martín Alvez, Lister Fernández, Eugenio Suárez, Olmes Fabián dos Santos, Andrés Núñez, Enrique Abelardo Sosa, Fernando Fadeuille, Richard López, Martín Alvez, Víctor Montero y ya despuntaba Pedro Pírez como un gran golero que se fue adueñando del arco y desplazaba al Lito al banco de relevos.
José Carlos no era de los que cobraba para jugar, por el contrario, colaboraba económicamente para seguir en actividad y cuando formó familia, ya con hijos chicos todo lo quedaba muy complicado una vez que tampoco le gustaba mucho los entrenamientos.
“Había una rifa, yo la vendía o la compraba, siempre colaborando con la institución”, dice Lito.
LA SELECCIÓN
Fue citado por primera vez, por Baltasar Lalús a una selección juvenil donde el golero titular era Gustavo Ariel Estévez que se jugó en Tacuarembó, al año siguiente se jugó en paso de los Toros y el Lito ya era el golero titular con una pareja de zagueros integrada por Abayubá Cardozo y Pablo Roberto Seleguín.
En mayores fue citado por primera vez por Albert Echechury en el año 1986 luego de la obtención del título del interior por parte de la celeste en la temporada anterior.
En ese grupo estaban, Enrique de Bellis, Luis Alberto Huerta, Julio César Fernández, Pablo Seleguín, Junio Eduardo Duarte, Abayubá Cardozo, Jorge Remedi, Fredy Fontes, José y Daniel Pérez, Julio Álvarez, Jaime Gómez, José Luis Lima, David Gustavo Fontes, José Marcos Acevedo, Ricardo Vargas y Juan Manuel Chapitel.
Al año siguiente lo citó Miguel Cristech y llevó a Gervasio dos Santos, que volvía de Montevideo, como entrenador de goleros que eran precisamente él y Artigas Farías y Gervasio terminó como titular del equipo.
Ahí estaban, además de repetir a muchos, los nuevos eran Aldo Adán Reginaldo, Oscar Rodríguez, Aldemar Pereira, Luis dos Reis, Jesús Nogueira, Donato Lemos, Luis do Nacimiento, Washington Costa.
Ese equipo logró el título del Noreste en el recordado final del partido ante Tacuarembó con el gol de Daniel Pérez a los 90’ de juego cuando el empate consagraba campeón a los rojiblancos.
En el ‘89 Carlos Wallace lo devolvió a la selección celeste; los otros dos goleros eran Julio Ademar Ferreira, que volvía del profesionalismo, y Álvaro Núñez.
Estaban además de los ya tradicionales, Laones Galli, Paulo Rogerio Benítez, Carlos Melo, Williams Brochi, Oscar Alfredo Allo, Richard López, Hugo Osmar Alvez y Víctor Hugo Pacheco.
Rivera fue campeón del Noreste y quedó eliminado en las semifinales del Interior en el tercer partido disputado en Durazno.
“Ganamos uno a cero aquí ante Florida, con gol de tiro libre de Sergio Vargas, pero lo expulsaron en ese partido y perdimos uno a cero allá con gol de Gustavo Iturburu. Hubo empate en Durazno y se perdió por penales. Los recordados penales de José Pérez y Laones Galli que le erraron al arco”.
Fue la última vez que jugó en la selección celeste.
EL DESPUÉS…
“Ya con más de 35 años un día recibí la invitación de Sergio ‘Vichadero’ García para Jugar en la Divisional B en Rampla Juniors. Después de ello en Sarandí de Veteranos llegando a ser uno de los responsables de la Liga Bernardino Freitas”, recordó.
LOS TÉCNICOS
Arias tuvo a muchos directores técnicos y a todos los recuerda, pero, por el cariño que les tiene, el recuerdo especial es para Carlos Wallace y Albert Etchechury.
“Albert por una sabiduría de vida, esa escuela que te enseña un montón de cosas y Carlos por todo lo que ha significado para todos los futbolistas de todos los tiempos”.
Agrega: “Carlos es el número uno, un adelantado, revolucionario del fútbol riverense, un planificador de partidos bárbaro”.
Pero también recuerda a Baltasar Lalús por lo que significó en su carrera deportiva, “porque en definitiva fue el que me puso allí, bajo los tres palos de un equipo”.
Recuerdo a Yamandú Rosas que fue quien implantó el “doble 5” en el fútbol local que fueron Delco Suárez y el “Capincho” Fontes.
COMPAÑEROS
“¡Ufa! Son tantos y tan buenos compañeros y amigos del fútbol y de la vida que, sin duda me voy a olvidar de muchísimos, pero el plantel de Sarandí del ‘81 un excelente grupo y después aparecieron otros, como Juan Ramón Alvez Nico Leal, el Chico Rodríguez, más jóvenes y de ahí en más todos los compañeros que tuvimos en los años de oro del verdiblanco”.
JUGADORES
“Vi jugar al Negrito Etchechury y creo que es inigualable, pero también al Tito Caillava y son los mejores que vi”.
UN DÍA CLAVE
“Fue el día que aparecieron en mi casa los integrantes de la Comisión de los Juegos Verdiblancos a informarme que estos juegos llevarían mi nombre. Me tomaron por sorpresa y les dije que había muchos otros con mayores merecimientos y edad que yo para homenajear y me contestaron: ‘Esto no es un tema de edad’, y aquello me cayó muy bien y me conmocionó bastante”.
“Sentí una emoción muy grande y el recuerdo a todos los grandes de la institución y que ya no están pero que quedarían muy contentos con mi designación, Lulú, Cañonero, el Turno, el Canario, el Ronco, y los que se fueron recientemente como Miguel Ángel, el Tronco Cabrera, todos quedarían contentos con ello y es por ello que siento la enorme responsabilidad de representarlos”.
LO QUE SE VIENE…
Para “Lito” Arias serán momentos de mucha emoción: “Siempre voy al club y ver a los nietos de los amigos que siguen la tradición y uno entra a recordar gratísimos momentos vividos allí adentro y eso no solo me gusta muchísimo, sino que me emociona bastante, lo que más me gusta es ver la sede llena de gurises”.
Y se acerca el instante del festejo, de la emoción, de los recuerdos y la semana que viene llega el momento de iniciar el homenaje que hace tres años que espera. ¡Salud Lito!