Huracán fue más y mereció la victoria obtenida ante Peñarol

Por dos razones que son fundamentales en el fútbol, los del “globito” merecieron la victoria obtenida ante Peñarol.
Por un lado porque jugó mejor, porque en el momento oportuno supo conquistar los goles necesarios para el triunfo y además, en el final malograron otras dos posibilidades que hubieras sido realmente la diferencia que existió en el partido.
Pero además porque este Peñarol es una muy pálida expresión de lo que habíamos visto en temporadas anteriores donde las individualidades sobresalían y llevan adelante cualquier tipo de situaciones.
Hoy Peñarol quiere basar su accionar en un juego colectivo que no encuentra a pesar de los cambios que se realizan de un partido a otro buscando mejorar un rendimiento que realmente no conforma en absoluto.
Los aurinegros muestran muchos cambios de un partido a otro, por lesiones, por suspensiones o por decisiones técnicas que no ayudan a conformar el accionar de equipo que se pretende y, además de ello, terminan ofuscados consigo mismo lo que impide el mejor funcionamiento del equipo.
En el primer tiempo, con el partido parejo, y cuando lo aurinegros tenían posibilidades concretas de llegar al gol, vino el tanto de apertura, pero fue de Huracán en un rápido contragolpe que Alex Sandro Rodríguez les gana en velocidad a los zagueros aurinegros, que solamente atinaron a ver como el delantero merengue definía.
Uno a cero y el vestuario no le fue beneficioso a los aurinegros porque no se mostró ninguna mejoría en el complemento.
Llegaron los cambios que, en realidad nada cambiaron porque Peñarol siguió siendo tan inexpresivo como en la primera parte con el agregado que los jugadores comenzaron a cansarse y a perder posiciones.
Los remates no eran bien dirigidos, los defensas subían y no bajaban y los huecos comenzaron a aparecer hasta que el propio Alex Sandro Rodríguez ingresa al área, le cometen penal y Sebastián Rosas comienza a liquidar el partido con un segundo gol que ya alejaba toda posibilidad de reacción aurinegra.
Dos triunfos consecutivos de Huracán que no es casualidad porque se ha reforzado en puntos clave del equipo.