Homenaje a jugadores en fiesta aurinegra en el Parque “Pedro Maciel”

Los más jóvenes, los niños del fútbol infantil y todos acompañados por sus padres y abuelos, recibieron el homenaje de Peñarol.
Allí estaban los gurises de la Generación 2006 y los jóvenes de la categoría sub-17 para recibir el justo homenaje de la Comisión Directiva de Peñarol por haber logrado el título en ambas categorías.
El fútbol infantil ya va dando claras muestras del futuro de la institución, que está cargada de jugadores muy interesantes en las divisiones formativas y que seguramente serán el recambio que toda institución necesita.
Los jóvenes ya son una realidad, muchos de ellos ya han tenido oportunidad en Primera División y muchos otros la tendrán a muy corto plazo.
Pero anoche fue el momento de distracción, de reencuentro, de alegría, de chanzas, de risas dibujadas en el rostro de cada uno de ellos, mucho más cuando eran llamados para recibir una camiseta (obviamente amarilla y negra) y una medalla como reconocimiento a la tarea.

Salir campeón es hermoso para un chico, pero la realidad muestra que para llegar a ello hay jornadas de mucho trabajo, renunciamientos a cosas que a todo joven le gusta y dedicación por parte de los cuerpos técnicos de cada una de las categorías.
Allí estaban, la mayoría de ellos juntos a sus padres y abuelos, pero también estaban quienes están todo el año junto a ellos, los técnicos, los ayudantes, y algunos dirigentes que son los que llevan adelante el barco.
Una hermosa costumbre que tiene el conjunto aurinegro y lo que puede parecer un acto sencillo tiene para el chico y para el joven un sabor especial como de culminación de un ciclo que comenzó hace muchos meses, cuando se iniciaban los entrenamientos y cualquiera de los participantes podía llegar a levantar la copa.
El corolario justo a una temporada de esfuerzo, dedicación, contracción y renunciamientos.