Hay que organizarse y ya se piensa en los aspectos secundarios del clásico
El Clásico del Norte se juega en la cancha. Tacuarembó y Rivera salen al campo de juego, como tantas veces, a representar a dos departamentos con una rivalidad deportiva que, si no es la más vieja del interior, debe ser una de ellas.
Desde las lejas épocas del Field Municipal, que no llegamos a conocer, pero que leímos historias de jugadores y partidos memorables. Luego los clásicos en la cancha de Oriental o en el Parque 25 de Agosto.
Después el viejo “Atilio Paiva Olivera”, donde la celeste era casi inexpugnable y las revanchas en el “18 de Julio” hasta los nuevos tiempos, con estadios muchos más cómodos pero donde la localía poco o nada importan del “Raúl Goyenola” y el nuevo “Atilio Paiva Olivera”.
Pero siempre con algo en común, y es la rivalidad existente entre celestes y rojiblancos. Mucho más en este caso en particular cuando estamos a dos fechas del final de la Serie y todos los equipos tiene chances de clasificar.
No olvidemos que hoy la tabla de posiciones indica que Rivera está primero y Tacuarembó lo sigue a un punto. Entonces la cancha es una cosa y otra el espectáculo.
ENTRADAS
Las entradas se pusieron a la venta en la jornada de ayer, pero solamente en la sede de la Liga Departamental de Fútbol, al precio de $ 100.
Se vendieron algunas, pero en realidad el interés debería haber sido mayor teniendo en cuenta la rebaja que se hace a quienes adquieran las entradas antes del sábado.
Hoy ya habrá otros puestos de ventas y seguramente Ney Alvez estará vendiendo los tickets de ingreso, frente al Banco República, en Plaza Artigas.
Los dirigentes buscan otros locales de venta, especialmente en los barrios, como Santa Isabel, Pueblo Nuevo, Rivera Chico y Mandubí.
Seguramente habrá novedades al respecto en las próximas horas, porque todos queremos que el estadio muestre su mejor gala.
BANDERAS
Otro de los aspectos que se busca concretar es la presencia de todas las banderas de los clubes riverenses para adornar la tribuna Avda. Italia.
Hasta ahora muy poco, apenas la bandera riverense, la de Huracán y la de Peñarol han acompañado, porque los padres de los chicos de la categoría sub-17 las han llevado a todos los escenarios que se ha jugado.
El colorido que brindan las banderas de los clubes es también un atractivo especial para una noche clásica.
