Gran festejo aurinegro, que entregó medallas a todos los campeones
En su amplio salón del Parque “Pedro Maciel” recibieron a autoridades del fútbol, a invitados especiales y a la prensa deportiva, para homenajear a los verdaderos actores, que son los jugadores.
“La calidad de los jugadores de Peñarol fue la razón del título”, nos dijo Juan Eduardo da Cunha.
Da Cunha explicó que “cuando estaba muy complicado y parecía que el campeonato se nos iba a escapar como agua entre los dedos apareció la calidad de muchos de los jugadores de este plantel que supieron sacarnos a flote y a obtener el título que era el deseo y objetivo de todos”.
Es que, en definitiva, este Peñarol logró emular al gran conjunto aurinegro de comienzos de la década del setenta con la égida de Don Pedro Maciel, obteniendo su quinto campeonato en los últimos siete disputados.
Por ello, como uno de los invitados y sentado en el centro de la mesa principal estaba Adán Seleguín, un hombre muy ligado a la institución.
A un lado estaba Héctor Basualdo, en representación de la familia de Xixi, nombre que llevaba la Copa en disputa y que Peñarol no podía dejar pasar por alto porque seguramente era el deseo de Mario.
Del otro lado, Alfonso Rivero, encargado de llegar a la conducción técnica en el momento más difícil del campeonato.
El propio Alfonso señaló que, más que una dirección técnica del equipo, lo que hizo fue unir al plantel, juntarlo nuevamente, traer al plantel a jugadores referentes que se habían alejado por una u otra razón y explicarles que el título no se les podía escapar de las manos.
También estaba Edgar Raineri en representación del Consejo de Primera División; Javier Berruti, Presidente y Maestro de Ceremonia del acto; y Juan Eduardo da Cunha, un puntal en toda actividad que se realiza.
Frente a ellos, los invitados, algunos ilustres como los que estaban en primera fila. Carlos Enrique Wallace, Miguel Ángel Correa, Wilmar Etchechury y Rogelio Rivero, jugadores de la época de oro de Peñarol y referentes ineludibles de la enseña aurinegra.
Luego los integrantes del cuerpo técnico y la mayoría de los jugadores del plantel, muchos de ellos acompañados de sus seres queridos que, en definitiva, son los responsables directos de este triunfo porque son quienes relegan horas de familia en beneficio de los que tienen que estar a disposición para entrenamientos y partidos.
Cada uno de los integrantes del grupo recibieron una camiseta mirasol y una medalla entregada por la Comisión Directiva de la institución como reconocimiento de la labor desempeñada en el campo de juego.