El reencuentro con el fútbol nos mostró tres partidos muy parejos
El pasado domingo, en una tarde excepcional, con sol, primaveral, sombra y una cancha que invitaba a jugar al fútbol, se disputó el cuadrangular amistoso previsto.
Frontera Rivera Chico fue el anfitrión en un escenario que ilusiona a los nuevos dirigentes que están con la mira puesta en mejorar las instalaciones.
Tiene todo para ser un gran escenario, césped natural, cancha extraordinaria y un punto de lujo para que la familia pueda concurrir como lo hizo en la tarde de ayer.
Algún precavido se dio el lujo de llevar una churrasquera, unos choricitos y hasta una conservadora llena de bebidas espirituosas para después de los partidos y para los aficionados que solamente miraban sin intervenir.
Tres árbitros que se prestaron a colaborar con los equipos y lo único que restaba era que la pelota comenzara a roda.
EL PRIMER PARTIDO
Lo jugaron los equipos de Huracán y Bola Ocho y lo primero que advertimos fue que hubo muy pocas ausencias de uno y otro lado con respecto a lo que vienen mostrando en el campeonato.
En ese panorama el Bola Ocho sintió más las ausencias y fue dominado en el primer tiempo.
Para el complemento, con un par de cambios, cambió el partido pero cuando había hecho méritos más que suficientes para llegar al empate vino el segundo del “globito” y así se terminaba el partido.
EL SEGUNDO PARTIDO
Rojos contra rojinegros, Frontera Rivera Chico ante Plaza Carreta.
Otro partido muy parejo y donde los de Barrio Insausti mostraron jugadores que seguramente estarán con la misma camiseta en la próxima temporada.
Uno a uno fue el resultado del partido que tuvo la particularidad que ambos goles fueron de Plaza Carreta y los autores hermanos, uno a favor, Edgar y otro en contra, Rafael contra su propia puerta.
Fue necesaria la tanda de penales para definir a un ganador y el golero de Plaza se quedó con el remate de Brochi para clasificarlo a la final.
LA FINAL
Huracán y Plaza Carreta jugaron la final del certamen.
Nuevamente, fue otro partido muy parejo, tanto que ni siquiera hubo goles y nuevamente fueron necesarios penales.
En esta oportunidad y en la primera tanda de tres hubo empate, todos conquistaron goles, nadie erraba hasta que Tabaré Moreira fue quien erró y el título fue para el “globito”.
Lejos de interesar el ganador, de importar el triunfo, lo que sirvió a los técnicos para mantener viva la motivación que no puede cesar máxime teniendo en cuenta que este próximo fin de semana, seguramente, todo volverá a la normalidad.