Rivera, viernes 29 de noviembre de 2024
Ricardo Abimorad contó cómo la paralización de actividades deportivas afecta al club...

“El fútbol sigue y una vida perdida no se recupera”, señaló el presidente de Nacional

Nacional es otro de los equipos que comienza a mirar de reojo la posibilidad de haber actividad futbolística este año. Los tricolores tienen en este momento a Ricardo Abimorad como Presidente, y a él lo consultamos al respecto de las repercusiones que ha tenido esta paralización de actividades deportivas.
Nacional es una institución que se ha volcado definitivamente al fútbol en todas sus categorías. Cuna de muchos crack del fútbol riverense y un trabajo que crece desde el pie, con una actividad realmente envidiable en las categorías formativas.
Por toda su trayectoria deportiva es muy fácil hablar de fútbol con Ricardo, que nos cuenta cómo Nacional vive esta paralización.
Nos responde señalando que la situación actual afecta no solamente a las instituciones deportivas sino también a todas las instituciones sociales y a la sociedad en su conjunto. “Son momentos difíciles, no sólo en lo económico, sino también en lo social”.
En relación al comportamiento de los socios en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones, indicó que Nacional ha sido muy flexible en ese aspecto, ateniendo a los inconvenientes que sufre la población en general.
Pero Nacional tiene a muchísima gente vinculada al fútbol infantil, compite en todas las categorías de la Liga local, por lo que son muchos los padres que giran a su alrededor y centenas de chicos vinculados a la camiseta tricolor que hoy están impacientes.
“Los chicos quieren jugar, no conocen la real dimensión que tiene el tema y los padres están expectantes a la espera de lo que se pueda resolver”.
Cuando le preguntamos a Ricardo sobre su opinión respecto al actual momento es muy claro al afirmar: “Tenemos que ser respetuosos y cumplir con lo estipulado por las autoridades del Departamento y las que llegan del Gobierno Central, pero teniendo en cuenta la situación el fútbol, seguramente, será de los últimos deportes en retomar las actividades”.
El Presidente de Nacional considera que la Liga Departamental de Fútbol de Rivera debería permanecer con sus puertas abiertas, con las medidas sanitarias que se establecen en los distintos protocolos al respecto. “Quizás con horario reducido y cumpliendo tareas administrativas que siempre son necesarias, pero estar cerradas, no”, dijo.
Finalmente le preguntamos sobre la posibilidad de la reactivación del fútbol riverense y fue claro al señalar que no se adelantará a lo que se pueda resolver.
“La situación no es fácil, hay que esperar. No hay otra posibilidad y jugar solamente en caso que estén dadas las condiciones en todos sus términos. Pero, si es necesario, dejar pasar esta temporada y volver el año que viene, con mucha más tranquilidad, porque el fútbol sigue y una vida que se pierde no se recupera”.

ALFREDO Y RICARDO: DOS DEPORTISTAS
ÍNTIMAMENTE LIGADOS CON EL TRICOLOR

Nacional de Rivera debe ser, sin duda, poseedor de un récord casi imposible de imitar en el fútbol del mundo entero. La presencia de Alfredo Abimorad como director técnico del equipo por tantos y tantos años, no debe tener similitud en el fútbol mundial.
Alfredo asumió la conducción del equipo allá por el lejano año 1975 y permanece hasta el día de hoy al costado de la cancha, dirigiendo a su equipo y solamente una temporada, debido a problemas de salud que lo llevaron al quirófano, no estuvo en el cargo.
En estas últimas temporadas ha dejado un poco esa enorme responsabilidad para compartir con Jorge Gustavo Fagúndez que, de todas maneras, lo tiene como referente y, cuando es necesario, Alfredo salta al campo de juego a estar junto al equipo sin importar la categoría.
Transcurrían los últimos meses del año 1974 y un grupo de amigos fue hasta la casa de Alfredo, la misma que lo vio nacer y crecer, a ofrecerle el cargo de director técnico.
Alfredo nació y se crió en la zona, jugó en los campitos de aquel entonces en la esquina donde hoy funciona COMERI, en el baldío donde hoy es la Escuela Nº 7, y de allí surgieron grandes jugadores, entre los que recuerda a “Cococho” Viana, “Sapito” Beledo, Hugo Acosta y tantos otros.
Jugaba en los equipos del barrio hasta que un día surgió la posibilidad de Nacional en la Divisional Extra, donde jugó, alternó y siempre estaba cuando faltaba alguno.
Su deseo era jugar en Oriental: “Tenía un cuadrazo y todos los jóvenes de la época soñábamos con jugar en el azul, aunque fuera en Tercera”.
Pero vino la chance de jugar en Artigas y se fue al tricolor del Pueblo Nuevo y jugó junto a Kelby Oroná en la pareja de zagueros, un equipo que también tenía a Baltasar Gómez, Wilmer Silveira, Eduardo González Fiat, Raúl Quinteros y otros.
No fue mucho tiempo que el fútbol lo tuvo como activo zaguero porque sufrió una seria lesión, por lo menos para el momento: rotura de ligamento cruzado.
En el básquetbol también tuvo su trayectoria. En sus comienzos jugó en Oriental, junto a Eudaldo Wallace, Alberto Fernández Santos, entre otros.
Luego estuvo en la época de oro de Nacional, cuando comenzaba la actividad, cuando había extraordinarios jugadores, Calucho Piñeiro, Zuley Arcos, y también jugó en telégrafo junto al Nani Camacho, Néstor Martínez, José Luis Lara, Nelson de los Santos, Caito Fiat y otros.
Se había terminado su carrera deportiva dentro del campo de juego y ni pensaba a lo que llegaría.
Asumió la dirección técnica porque Albert Etchechury tuvo que abandonar el cargo en Nacional en Intermedia.
Al segundo año logró el ascenso a la Divisional B, pero justamente ese año se terminó la Intermedia y todos los clubes que quedaban pasaron a la B. “Tanto esfuerzo no valió nada, fuimos campeones y ascendimos todos”, dijo.
Formador de grupos, amigo de sus jugadores, enamorado del buen fútbol sin responsabilidad alguna por lograr resultados deportivos, desde que asumió Alfredo, a los dos años estaba en Primera División.
Nacional fue el campeón invicto en el ‘85 sin final jugando y ganando su último partido ante Artigas, a quien ganó por dos a uno.
Ese día jugaron: Ricardo Abimorad, Juan Sampallo, Orlando Correa, Wilson Pereira, Junio Duarte, Martín Rodríguez, Luis Eduardo Rodríguez, Juan José Labarthe, Carlos D. Cuña, Pedro Gallo y Juan Manuel Chapitel.
Entre otros estaban, Sergio Lameira, Daniel Ferreira, Enrique Hugo Bittencourt, Gerardo Fernández y Carlos Uberthy.
Luego vino el 2004, cuando se jugó el campeonato Selby Lauro Barboza y el Nacional de Alfredo llegó a la instancia final, ganándole a Peñarol luego de dos empates a cero en los dos primeros partidos.
El tercero fue victoria tricolor por dos a cero con dos goles de Giovanni Fernández.
Esa noche del 11 de noviembre jugaron Danilo Poschi, Elder Caprioli, Oscar González, Jorge Gustavo Fagúndez, Lucas de Medeiros, Ederley Cardozo, Rafael Borges, Rodrigo Mora, Carlos E. Camacho, Giovanni Fernández y Marcio Rodríguez.
También estaban Cristian Marín, Paulo Moreira, Gerson da Cuña, Gustavo Vargas Wilmar Machado y Marcelo Fontes.
Alfredo ha estado en todas, en las buenas y en las otras y no le interesa tanto el título, le importa mucho más la persona, el jugador que tiene frente a sí, que triunfe en la vida, que se divierta el fin de semana.
Hoy el Presidente es Ricardo, otro Abimorad íntimamente ligado con el tricolor, a pesar que sus inicios como jugador los tuvo en Sarandí Universitario y luego cumplió una etapa realmente interesante en Cuñapirú.
Pero, de la mano de Alfredo llegó a Nacional a jugar la Copa Centenario de Rivera en el conjunto tricolor y allí se quedó definitivamente.
Fue un campeonato donde Nacional y Peñarol representaron al fútbol de la capital departamental y jugaron ante equipos del interior, con la organización de la Intendencia Departamental.
Fue campeón vistiendo el buzo tricolor y eso lo llevó a estar en muchos planteles seleccionados riverenses, siendo incluso campeón del interior en el ‘72 junto a César y Gervasio como defensores del arco.

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