El deporte en mini noticias

– Lo que pasó el pasado viernes en los salones de la Intendencia Departamental fue realmente increíble.
– Fuera de situaciones personales que llevaron a que muchos se retiraran inmediatamente finalizó el acto protocolar.
– Los que quedaron se vieron envueltos en una situación que, evidentemente, nadie quiere vivir.
– Uno de los homenajeados, quizás el máximo, el dueño de las figuras tácticas, un adelantado para la época, se nos fue y allí, entre todos sus amigos, sus jugadores, los que hicieron posible que Waldemar Bentancourt siguiera sumando títulos del interior
– Después que todo pasa es mucho más sencillo explicarse algunas situaciones que vivimos minutos antes.
– Lo habíamos notado ansioso, nervioso y excitado, incluso su propia compañera señaló que había estado así durante todo el día, revisando diarios viejos y tratando, por todos los medios, estar en condiciones perfectas de asistir al acto.
– Pero allí nunca quiso separarse de su compañera y se la llevó a su lado aún en el momento de la entrega del trofeo.
– En todo momento le manifestaba que tenía miedo de perderla entre la multitud.
– Una fiesta sin igual, un hermoso trabajo de Carlos Cabrera recreando el relato de aquel lejano 4 de agosto de 1968.
– El festejo de los presentes, luego el final del partido, emociones a granel y la copa que aparece para entregársela a Dionisio Prestes.
– El público asistente aplaudía y hasta se escuchó un cerrado aplauso cuando se recordaron a los relatores y comentaristas que llevaron toda la emoción de su trabajo, la misma que pretendimos darle junto a Carlos Cabrera
– Uno de ellos estaba presente: Catuta Gil y además a Nerucho de Barros, Selby Lauro Barboza y Pedro Eduardo Pascual.
– Pero todo ello se vio opacado con el hecho que una hora más tarde estábamos velando a uno de los más grandes deportistas que nos dio esta tierra, que para él fue adoptiva porque es oriundo de Tacuarembó. Fotografías: Edilberto Chalela y Freddy Silva.