El deporte en mini noticias

– A pesar que cuando faltaban diez minutos para el comienzo del partido habían muy pocos espectadores, en el momento de iniciarse ya habían más de quinientos.
– Dicen que se vendieron apenas unas doscientas entradas y de Rivera habían cerca de cien personas y todas pagaron.
– La explicación es clara, la dirigencia de Artigas abrió los portones y nadie más pagó entrada a partir de las nueve de la noche.
– Un dato que no nos habíamos dado cuenta en la última oportunidad que una camiseta celeste jugó en el “Matías González” tiene que ver con la iluminación de dicho escenario deportivo.
– Se ve muy poco y hay sectores de la cancha que están completamente oscuros.
– Lo concreto es que se ha perdido potencia porque no era de los peores en cuanto a iluminación.
– Todos quienes vimos el partido sabemos muy bien que no fue penal y hasta el periodismo deportivo de Artigas no entendía la situación.
– Como siempre sucede en la ciudad de Artigas, la policía colabora con el clima y toma severas medidas solamente con los parciales y jugadores de la selección contraria a la suya.
– Varios integrantes del cuerpo técnico de Rivera sufrieron en carne propia y fueron conducidos afuera del estadio.
– Sin embargo en el vestuario, donde no había ningún policía que no tuviera que ver con el control de los árbitros, estuvo presente y varios dirigentes del fútbol local estaban provocando a los chicos celestes que llegaron en un mar de lágrimas.
– El partido se terminaba sin pena ni gloria para los artiguenses; si hubiera terminado empatado sin goles a nadie llamaría la atención porque, en realidad, los locales no habían hecho méritos para lograr un gol.
– Los parciales estaban fríos, no iba a haber inconveniente alguno y los parciales de Rivera, en la tribuna opuesta, ya habían iniciado el festejo que estuvo a treinta segundos de la alegría total.
– Sin embargo, esa última jugada encendió la mecha y el clima se complicó con la única responsabilidad del Asistente con el consentimiento de un árbitro a quien le faltó personalidad para obviar la indicación de su compañero de terna.