Rivera, miércoles 25 de diciembre de 2024

El deporte en mini noticias

– Uno de los momentos más lindos de la fecha del sábado fue el aplauso final de los aficionados de Colonia a la selección celeste.
– Una vez terminado el encuentro, los celestes quedaron tirados en el césped y nadie quería levantarse ni elevar la cabeza para mirar la tribuna.
– Sentían vergüenza, estaban desolados y lloraban el fin de la ilusión.
– Muchos mayores que estaban en la cancha ingresaron a levantarlos y contaron con la colaboración de los jugadores de Colonia que a pesar de la enorme alegría que sentían por la clasificación tuvieron un momento de solidaridad con sus compañeros y ayudaron a levantar a cada uno de los celestes.
– En ese momento todos los chicos riverenses se fueron hasta el rincón de la tribuna donde estaban los parciales celestes que habían ido hasta el Supicci con la finalidad de agradecerles la presencia y saludarlos con los brazos en alto.
– En ese momento y casi instintivamente, la totalidad de los presentes, eran casi tres mil almas, se levantaron y aplaudieron de pie a los chicos celestes antes de iniciar el festejo por la clasificación.
– Una corrección pocas veces vista, un respeto por el rival que merece destacar y que enaltece la acción celeste en este Campeonato.
– Luego los gurises riverenses se fueron al vestuario, se encerraron en el vestuario y allí permanecieron largo tiempo buscando, en el suelo, alguna explicación.
– Felizmente un puñado importante de padres y familiares que esperaban afuera, lograron contener a los jóvenes celestes que estaban desconsolados.
– La presencia de los familiares fue de vital importancia y mucho más en el caso de aquellos que sintieron la obligación moral de ayudar a contener a varios de los jóvenes que no tuvieron la suerte de salir del vestuario y encontrar un rostro familiar.
– Felizmente los mayores que concurrieron asumieron esa enorme responsabilidad y actuaron en forma conjunta como estirando esa gran familia que los jóvenes celestes conformaron a lo largo de casi cuatro meses de trabajo diario forjado con momentos muy lindos que son los que en definitiva perdurarán.

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