Prof. Joselo Andrade: “Cuanto antes vayan al agua mejor”
En muchas oportunidades el temor lo tienen los padres y no se animan a que sus hijos chicos vayan al agua. Ese fue el motivo central para que el Prof. Joselo Andrade ofreciera una clase abierta en la piscina de la Plaza de Deportes.
Cerca de treinta niños en el agua, chicos de cinco y seis años pero alrededor de la misma y presenciando la clase más de sesenta padres.
Andrade señaló que en muchas oportunidades los padres, lo primero que hacemos es prevenirlos de los miedos cuando en realidad, lo que debemos hacer es todo lo contrario, hacerle notar que con precauciones se deben enfrentar la situación.
Otro error que cometemos los padres es decirle al chico que al agua no puede ir porque se puede ahogar, pero si esa actitud la lleváramos al día a día, ese chico nunca podría cruzar una calle porque allí hay mucho más peligro.
“Lo importante es que los padres traten de difundir que aquellos que tienen miedos deben superarlos, entender los diferentes procesos que dependen del desarrollo motor mucho más que la edad de cada uno de los chicos”
Joselo Andrade señaló que todo depende de los estímulos que reciban en el núcleo familiar y que lleva, por ejemplo, a que algunos desde muy corta edad ya saben andar en bicicleta y otros no porque sus padres tienen temor a las caídas
“Todo ello se ve en las clases de natación porque aquellos que están bien estimulados no tienen mayores inconvenientes en cumplir los procesos, que son simples pero que deben cumplirse”
El primero de ellos es la pérdida del miedo y a medida que se van adaptando al miedo y al agua en la cara y a las diferentes posiciones, se va pasando de grupos, pero no hay que apurarse porque lo primero que quiere el padre es que el chico nade, y no es así, tenemos que adaptarlo al medio y los movimientos llegan consecutivamente hasta en el momento del juego”
Luego, en una entrevista personal que incluimos en este suplemento, el Prof. Andrade nos dijo que los chicos deben estar en el agua desde la más tierna edad, “apenas tengan sus vacunas al día ya pueden hacerlo y hay experiencias muy buenas con chicos de apenas seis meses y hasta menos que entran al agua y ya le van perdiendo todo el miedo que luego se lo inculcan sus propios padres”.
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