Cuando volver con un punto tiene sabor a muy poco…

ARTIGAS (Por Freddy Silva). Casi a los treinta minutos del segundo tiempo comenzamos a vivir el viaje de retorno con la barra que habíamos conformado para estar en Artigas, los de la prensa deportiva que estamos a diario con las selecciones, los Zabaleta, los García, los Barboza, los Chagas y Julio.
Éramos quince que estábamos pletóricos, contentos y pensando en los comentarios de algunos goles errados, del penal sancionado a favor -que dio la impresión que no fue, pero que se sancionó y fue el segundo gol celeste-, de lo importante que era estar nuevamente al frente de la tabla de posiciones, compartida con Tacuarembó que estaba perdiendo en su propia casa.
Todo era dulce y muy bueno; poco más de cien kilómetros en poco más de una hora y seguro nos iban a faltar kilómetros y minutos para que cada uno contara sus alegrías de haber estado en un estadio donde, por muy poco no fuimos más nosotros que los escasos doscientos aficionados locales que se quedaron para el partido de fondo, porque muchos se fueron al terminar el preliminar.
Y en pocos minutos todo cambió. La alegría se transformó en rostros serios, pensamientos que iban más allá del horizonte al que mirábamos todos como pidiendo explicación a alguien, que llegara y nos indicara qué había pasado, porque la alegría de unos minutos antes se había desvanecido.
Entonces hicimos un retorno casi en silencio, apenas con el ruido de las teclas de los celulares, porque casi todos estábamos conectados con nuestras familias en Rivera para indicarles por dónde veníamos y que preparan algo bien helado para la llegada. Pero de fútbol, nadie hablaba.
Algunos hasta durmieron y la única alegría pasaba por algunas expresiones de un niño que se resistió a dormir y habló de punta a punta de nuestro recorrido; el chofer, un brasileño contaba sus andanzas y su futuro viaje al Carnaval de Río, pero de los dos goles de Artigas en los minutos finales, nadie hablaba.
Entonces nos pusimos a pensar en el partido, que fue favorable a nuestra selección celeste casi todo el partido. Desde el comienzo mismo Rivera se instaló en la cancha contraria y ofendió una y otra vez. No había duda alguna que el gol iba a llegar, estaba al caer y cayó antes de la media hora de juego, cuando la celeste había hecho méritos más que suficientes para ello.
Un nuevo centro desde la derecha, donde Andrés Suárez ganó todas las veces que se le ocurrió ir al ataque, Dalton Bueno que distrae la acción del golero que sale a buscarlo y la pelota que pasa para que Carlos Lima, con el arco abierto, la mandara al fondo de la red. No llamaba la atención y solamente era el final de una novela cuyo final ya conocíamos anticipadamente.
Se terminó el primer tiempo y quedaba la sensación de poco, porque los celestes merecieron al menos uno o dos goles más y la tranquilidad de un resultado prácticamente inalcanzable para el rival. No fue así, hubo que seguir luchando y recién a los 14 minutos del complemento llegó el segundo. Un penal que no vimos (no digo que no fue), Fabricio Ferreira lo transforma en gol que parecía ya definitivo para sumar tres puntos.
Y después aquello tan conocido y cierto de que es mucho mejor comentar el partido con el “diario del lunes”, porque Ramiro Ocaño estaba con tarjeta amarilla por una falta al borde del área y había que cuidarlo, máxime cuando el árbitro era Sergio Liuzzi, que ya tiene fama de tarjetero color rojo a los visitantes, siempre, y Quinteros, que ya estaba con el motor casi apagado por el intenso calor que reinaba y porque se había corrido todo.
Hasta ahí podríamos asentir que los cambios se imponían, pero sucedió algo que nos dimos cuenta casi inmediatamente a que se reinició el partido. Nos quedamos sin marca en el mediocampo. ¿Quién ayudaba a Fabricio Ferreira? ¿Quién paraba a los blancos que se venían en tropel? Los que entraron, todos con vocación ofensiva, y muy poca marca, casi ninguna.
Y lo comenzamos a sufrir, porque la pelota ya no estaba en los pies de los celestes, había cambiado de dueño y comenzaron a llegar a nuestra última defensa una y otra vez. Hasta que llegó un penal sancionado por Liuzzi (sinceramente no lo vi, hay quienes aseguran que fue y otros que nunca existió nada ni parecido).
Dos a uno y ya no era lo mismo, el viento del partido estaba del otro lado. Vino otro penal en contra (ese si fue, lo vimos) pero Liuzzi no lo sancionó y seguimos con el resultado a favor, pero el partido en contra. No había otra: llegó el empate de los locales sin que casi nadie gritara el gol desde la tribuna porque ya eran muy pocos los que quedaban en el estadio del lado del palco y las cabinas.
Y después a sufrir. Hasta nos pudieron ganar y nuestra única chance fue una pelota por elevación que cacheteó Braian García y que pudo haber sido un golazo, pero no fue… A partir de allí lo ya narrado: el final, la tristeza, nadie quedaba conforme con un punto, cuando tuvimos los tres en el bolsillo y la casi segura clasificación.
Hoy vamos a buscar el triunfo en casa, en el clásico del miércoles, y no hay otra alternativa que salir a ganarle a Salto en el Estadio “Ernesto Dickinson”, para no depender de una última fecha donde no vamos a estar en la cancha y donde habrá al menos dos que estarán casi clasificados jugando ante dos eliminados…

LOS DETALLES

ARTIGAS 2 RIVERA 2
Cancha: Estadio “Matías González” de Artigas. Hora de comienzo: 22:00. Árbitros: Sergio Andrés Liuzzi, Yosel Daniel González y Williams Osvaldo Oliver (terna de Río Negro).
ARTIGAS: José Aguirre, Javier da Silva Hugo Paz, Henry Alvez, Alejandro González, José Carlos Armani, Guillermo da Col, Bruno Paniza, Edy Bueno de Meneses Neto y Anderson Márquez.
Cambios: Cristian Fagúndez por José Armani; Enzo Leal por Guillermo da Col; Bruno Britos por Edy de Meneses; Adrián Márquez por Bruno Panizza; Facundo Quinteros por Anderson Márquez.
Goles: Cristian Fagúndez -de penal- a los 34’ del segundo tiempo y Adrián Márquez a los 41’ del segundo tiempo.
Observaciones: A los 43’ del segundo tiempo fue expulsado Edy de Meneses Bueno Netto estando en el banco de relevos.
RIVERA: David Freitas, Andrés Suárez, Rodrigo Silva, Maximiliano Machado, Álvaro Amado, Ramiro Ocaño, Fabricio Ferreira, Carlos Lima, Roberto Quinteros, Dalton Bueno y Natanael Tabárez.
Cambios: Miqueas Silva por Roberto Quinteros; Kevin Zabaleta por Ramiro Ocaño; Braian García por Dalton Bueno; Luis E. García por Natanael Tabárez.
Goles: Carlos Santiago Lima a los 28’ del primer tiempo y Fabricio Ferreira -de penal- a los 15’ del segundo tiempo.