Al cerner nos demuestra que quedaron algunos puntos positivos de la campaña
La selección celeste mayor quedó eliminada del Campeonato Nacional de Selecciones. Sabíamos que luego de la derrota en el Parque Artigas la tarea de revertir el resultado era prácticamente imposible.
Los tres goles logrados por la blanca el Litoral en el comienzo del segundo tiempo resultaron letales para nuestras chances y esa fue la diferencia que hubo en la Serie.
Si abstraemos esos doce minutos “negros” para nuestra selección celeste, el resultado de la clasificación hubiera sido otro y de eso estamos plenamente seguros.
De todas maneras comienza ahora otra etapa, la de cerner todo lo que ha pasado, buscar aspectos positivos para seguir teniendo en cuenta y encontrar algunos negativos para evitarlos en otras temporadas.
Es obvio que comenzamos como siempre, como todos los años, señalando que nuestra selección llega siempre sin la preparación adecuada y que, como todos los años decimos que será la última vez que pasa y que este año vamos a terminar el campeonato Rivera en noviembre para dedicarle diciembre a la celeste.
Vamos a decir que se va a designar al técnico con tiempo cuando en realidad lo haremos un par de días antes del comienzo del certamen.
Pero lo positivo es buscar argumentos válidos para tener en cuenta en la próxima temporada y esta selección los tuvo.
Hubo una renovación interesante, muchos valores jóvenes vistieron por primera vez la camiseta celeste, la sintieron y la defendieron con orgullo.
Se trata de una buena base para seguir trabajando aunque algunos de ellos seguramente ya no permanecerán en nuestro medio.
Contracción y pundonor demostrado hasta el último minuto del partido del sábado pasado aún a sabiendas que todo era muy difícil y complicado.
Se le ganó a Paysandú demostrando que pudo haber sido otro el resultado de la clasificación.
Entrega y dedicación como hace tiempo no se veía en los planteles celestes y además un punto interesante que tiene que destacarse porque hacia mucho tiempo que no se apreciaba en los entrenamientos celestes, una concurrencia casi total en casi todos las convocatorias con jugadores importantes que estaban y que en la mayoría de los casos ni siquiera eran titulares a pesar de tener un nombre consolidado en el fútbol local y nacional.
Gratitud por parte de la parcialidad que supo entender que los muchachos celestes lo dieron todo por una misión que era imposible y que no estuvieron lejos de lograrla.
En definitiva, cayeron de pié, como merece la camiseta que vistieron porque en el deporte no siempre se gana y cuando llega el momento de perder que sea como cayeron estos celestes que reunió Quintanilla y que empezó con muchas sombras para terminar con luces que no llegaron al lugar que todos querían pero que dejaron alto el nombre de Rivera a nivel nacional.
¡Gracias muchachos celestes por hacernos sentir orgullosos de ser riverenses y mucho más en la derrota!