¡Peñarol tricampeón!

No es casualidad que los aurinegros hayan logrado, por tercera vez consecutiva, el título de mejor de la categoría sub 18.
Varios de los jugadores que el pasado fin de semana conquistaron el título, ya estaban hace dos años atrás y muchos más el año pasado.
Es la clara muestra que hay un trabajo realizado con los juveniles aurinegros que lo han madurado a lo largo de los últimos años y que hoy se continúan recogiendo los frutos.
La tarea es sencilla de explicar pero se logra solamente con trabajo, dedicación y contracción, pero además con fe en lo que se persigue.
Y éste Peñarol tiene todas esas virtudes.
La Comisión Directiva cree en el cuerpo técnico que ha integrado, un excelente grupo de trabajo que tiene todo lo que debe tener, sabiduría, experiencia y por sobre todas las cosas antecedentes válidos para demostrar, con el ejemplo, lo que se pretende.
Tienen la presencia de Xixi Basualdo, un hombre que vive al lado del título y que acompaña el trabajo de estos gurises desde hace mucho tiempo, los conoce casi lo mismo que los propios padres de cada uno de ellos, es que Xixi es un verdadero padre de cada uno de los integrantes del grupo y así lo consideran.
Pero a su vez el cuerpo técnico confía en sus jugadores y eso es muy importante en el momento de volcar en la cancha todo lo que se entrena durante la semana.
Peñarol no es la suma de individualidades sino que es la verdadera integración de un plantel que trabaja en forma conjunta con un objetivo claro y concreto.
Es un verdadero equipo que tiene el justo premio de la consagración y que no se termina con la obtención de un título.
Estos jugadores que hoy festejan el tricampeonato son los jugadores del equipo principal aurinegro de mañana.
Estos jugadores están plenamente capacitados para salir fuera de fronteras a buscar nuevos horizontes en el fútbol.
Peñarol no solo los ha preparado para ser los campeones sino para ser triunfadores en la vida. ¡Salud aurinegros!
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