Tal como era de esperar: Revuelta en la Cárcel

Tal como lo anunciábamos en NORTE ediciones atrás, la situación en la Cárcel Departamental es de suma tensión en función del inminente traslado de los reclusos a la nueva sede ubicada en Cerro Carancho.
Si bien este nuevo establecimiento brindará condiciones de habitabilidad mucho más humanas a los reclusos, hay un sector de ellos que evidentemente perderá una serie de beneficios de los que gozan actualmente, sacando ventaja de las pésimas condiciones de hacinamiento en que viven actualmente.
Allí los sistemas de control no son fáciles para la guardia. Las “tolderías” suelen cubrir muchas cosas, más de lo que se supone. En la nueva cárcel la guardia perimetral estará a cargo de efectivos militares, lo que evidentemente será un obstáculo más.
Tanto el viernes como sábado, estuvo en alerta el llamado “Operativo Rodó”, es decir el sistema de acción previsto por Jefatura de Policía de Rivera en caso de inconvenientes en la Cárcel Departamental, hasta que ayer la situación alcanzó su máxima tensión cuando reclusos de los pabellones 1 y 3 -los más problemáticos- incendiaron colchones con el objetivo de iniciar una revuelta.
De inmediato se puso en funcionamiento el llamado “Plan Rodó”, con presencia de Bomberos y ambulancias con soporte de profesionales de la salud. En definitiva la situación fue controlada, resultando dos reclusos con inconvenientes por intoxicación.
Una vez más los vecinos, a modo de despedida estuvieron en vilo. Mientras tanto, luego de haber sido inaugurada oficialmente la nueva cárcel departamental, hace ya varios días se continúa ajustando detalles a efectos de concretar el traslado de los reclusos.