Veinte años después OSE insiste en instalar una UPA en Tranqueras
TRANQUERAS (Por José María Almada Sad). Todos los argumentos y opiniones deben ser escuchados ante cualquier tema en una sociedad democrática. Incluso hay un movimiento a nivel mundial de quienes afirman que la Tierra es plana.
Pero desde mi sencillo sitial de periodista y vecino, creo un deber ciudadano compartir los hechos ocurridos, los argumentos intercambiados por nuestra población con OSE, hasta una feliz resolución para ambas partes y que creíamos laudada.
Eso hasta ahora, pues cuando tenemos aún mejores condiciones que antes, OSE insiste con la instalación de una UPA (usina potabilizadora de agua) en el río Tacuarembó, por más señas, en pleno Balneario Municipal de Tranqueras.
Antes que existieran las dos emisoras de radio que hoy felizmente tenemos, trabajamos el tema para Canal 2 local, TV 10 Rivera y Diario NORTE, en buena parte con nuestro recordado Juan Carlos Rodríguez Aquino, y en las audiencias públicas, los jerarcas de OSE claudicaron ante los argumentos de las decenas de vecinos, autoridades e instituciones locales que concurrían respetuosamente a pedir explicaciones.
Pero vamos a una rápida historia del tema. En diciembre de 1996, OSE había construido una casa para laboratorio para la UPA en predio de un vecino, a metros del curso del río Tacuarembó, en pleno balneario municipal.
Requerimos información desde Canal 2 al vicepresidente del Directorio de OSE, Dr. Ariel Moller Díaz, quien nos envió un informe en setiembre de 1996 con el nombre del vecino en cuyo predio se instalaría la UPA, a 160 metros del puente del balneario, y que se instalarían 1.800 metros de cañería para llevar el agua a la planta urbana, pero no decía los argumentos para instalarla.
Luego, promediando 1997, hubo una visita de un arquitecto de OSE que, si bien no nos permitió grabarlo ni entrevistarlo formalmente, nos permitió acompañarlo al balneario y nos dijo de su enojo con la empresa licitante por la precariedad de la construcción, la que casi enseguida fue retirada por OSE.
Ya los vecinos entendían que a la primera creciente del río la construcción se dañaría seriamente o se iría aguas abajo.
En agosto de 1997, ante reclamos de la Junta Local, instituciones y vecinos, las jerarquías nacionales del organismo anunciaron una reunión pública en Tranqueras para explicar las razones para instalar la potabilizadora en el río.
El 4 de diciembre de 1997 vino una delegación encabezada por el Gerente General Técnico de OSE a nivel nacional, Ing. Arturo Castagnino, quien a su vez es el inventor de las UPA, y que en la visita uno de sus acompañantes informó que el jerarca donó la patente de su creación al Estado uruguayo; y con ello Uruguay instaló potabilizadoras en donación, donde tenía contingentes ante ONU, como Camboya, Haití y países de África, en una loable actitud, para lugares donde no existen aguas subterráneas y de clima muy seco.
La numerosa concurrencia tranquerense valoró eso, pero en forma unánime se le reclamó a los jerarcas que acá no era el mismo caso, estamos encima del área de afloramiento y recarga del Acuífero Guaraní que abarca el Mercosur, y basta hacer más perforaciones, con poco tratamiento por su alto grado de pureza, sin costos de traslado a la planta urbana del agua.
La delegación vino en total cuatro veces a reunirse con la población, y en la primera de las oportunidades trajeron un médico del organismo que argumentó que el agua de Tranqueras por su pH (acidez o alcalinidad, en criollo) aumentaba los casos de cáncer en vías digestivas.
Lo que rápidamente fue contestado por médicos locales en la reunión, con estadísticas en la mano, donde se demostró que esa enfermedad localmente venía por otras causas incluyendo mala alimentación y alcoholismo, y nunca por el agua. No vino más el médico.
Sobre el caudal de suministro se les hizo notar en todas las visitas que con perforaciones y una inversión en reservorio de gran porte se solucionaba.
En sus visitas el Ing. Castagnino demostró saber escuchar y espontáneamente reconoció que en su escritorio en la capital no tenía conocimiento de estos temas; reconoció que la zona elegida para la UPA era inundable, e informó que los barros residuales luego del centrifugado y tratamiento químico del agua se acumulan al lado de la planta y en cuestión de meses su volumen impactaría en el balneario, y dijo que no sabía de la presencia de la forestación aguas arriba.
De acuerdo a los compromisos asumidos por ambas partes en esas primeras visitas de los jerarcas nacionales, en febrero de 1998 se enviaron al Directorio de OSE los argumentos locales por escrito, y con firma de todas las fuerzas vivas locales, encabezados por la entonces Junta Local.
Se agregaron temas como pérdidas en las cañerías en vía pública, necesidad de que OSE instalara una red de saneamiento -ya que la presencia de nitratos parte de la existencia de los pozos negros de las viviendas-, y hasta temas de facturación.
En su primera visita los técnicos de OSE dejaron a la comunidad un voluminoso e ilustrado informe técnico del funcionamiento de una UPA y sus bondades para lugares con escasez.
Las visitas y los intercambios siguieron -siempre en el marco del respeto mutuo- y finalmente el viernes 14 de febrero de 1998 el Ing. Arturo Castagnino comunicó telefónicamente a la entonces Presidente de la Junta Local de Tranqueras, Sra. Lila Xavier, que luego de las evaluaciones el Directorio de OSE resolvió no instalar la UPA, y sí haría dos nuevas perforaciones -que se hicieron enseguida- y que instalaría un nuevo tanque reservorio, cosa que hasta hoy no se cumplió.
Y dijo que el pH se solucionaría con micro-goteo de cloro, y no manualmente con un balde, que tanta polémica generaba. Castagnino agradeció la paciencia y cordialidad con que fue tratado siempre en Tranqueas y valoró los elogios que todos hicimos a su caballerosidad y capacidad de escuchar.
Finalmente en mayo de 2001 vino el Directorio de OSE a Tranqueras con su presidente, Juan Justo Amaro, quien anunció que en breve Tranqueras tendría su red de saneamiento en base a financiación internacional, y que se construiría enseguida un tanque elevado para eliminar el problema de suministro en algunas épocas. El saneamiento es una feliz realidad actual, pero el tanque sigue pendiente.
Y así llegamos a 2020, con la novedad que otra vez OSE planea instalar una UPA por aquí. Con todo respeto, inentendible. Nos preguntamos qué cambió en estos años. El Acuífero Guaraní no se secó ni se va a secar, se recarga.
Con la red de saneamiento de la propia OSE y la eliminación del vertedero municipal de residuos en Tranqueras -se llevan los residuos de los hogares de Tranqueras y la región directamente al Relleno Sanitario en Rivera en una exitosa gestión de la IDR-, se eliminaron los dos mayores focos de contaminación del suelo y el agua.
Nada es para siempre, pero los argumentos de OSE que ya eran débiles y endebles hace veinte años, ahora ni siquiera existen.
Entre los argumentos inconsistentes de la época se manejaba la conveniencia de un sistema mixto, con abrumadora cantidad de argumentos en contra, por más que algún amanuense de los visitantes deslizaba en voz baja entre el público de las reuniones un “…después no se quejen…”, en una velada presión hacia los vecinos.
Sin necesidad de acceder al sempiterno y lento derecho público a la información vigente en la actualidad, consulté estos días periodísticamente a un Técnico Hidráulico a nivel nacional de OSE, que pidió reserva de su nombre por obvios motivos.
Pero confirmó que el organismo tiene vedado la instalación de UPAs en lugares con uso para actividades humanas de los cursos superficiales de agua. Léase balneario, punto.
Creo de interés decir que en nuestras argumentaciones de hace 20 años, preguntamos a los técnicos del organismo, por qué no se instalaba una UPA en el arroyo Cuñapirú para Rivera, de la cual varios barrios sufren desde la época hasta ahora, graves faltas de agua, sectores que sumados tienen más habitantes que toda Tranqueras, pasa por el centro de la ciudad y sin costos de largas cañerías por ello, a diferencia de Tranqueras.
El silencio más absoluto fue la respuesta. Igual pueden responder, apenas van 20 años.
Dudé en salir al ruedo, pero entendí justo volver a sumar una voz ante la improvisación de imprecisas y endebles decisiones de escritorio; ocupar un cargo en la administración pública es una responsabilidad, pero no convierte a nadie en erudito ni sabio en un tema.
Con humildad le pedimos al Directorio de OSE que se conecte con la realidad y construya el nuevo reservorio comprometido, en vez de distraerse con temas ya laudados por los vecinos junto al Directorio y técnicos anteriores.
Y en lo posible intenten no dejar en situación comprometida al Intendente, gobernante departamental que es de Tranqueras, y sin usar el corazón, con la simple razón, seguro los invite a hacer algunos deberes pendientes por 20 años; ya empezamos a extrañar al Ing. Castagnino.
Pero aun en la discrepancia, mis respetos por la opinión hasta de quienes afirman que la Tierra es plana.
José María Almada Sad
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(Fotografía: Marcelo González Calero – gonzalezcalero.com)