Silencio: Se apagó la voz de un gran periodista
Sin embargo vino bien aquel reconocimiento que los periodistas del medio, le hicimos hace algunos años en APENJUR. El Flaco ya algo cansado, nos decía que había ido con ganas por que estaba entre sus pares y pasamos un buen momento y las anécdotas fueron muchas y hasta se despojó de aquel gesto adusto, para sonreír con ganas.
Trabajar con él no era fácil. Extremadamente exigente, a veces duro, pero siempre me dio la oportunidad de crecer, me enseñó mil secretos, desde como pararme ante cámaras a como tomar el micrófono, a nunca tutear al entrevistado. ¡Pobre Flaco no sabía que el discípulo era malo!
Fue un Periodista en la más amplia acepción de la palabra, así con mayúscula. Fue un estudioso de este oficio, y supo explotar todas sus posibilidades. De mente abierta se fue adaptando a los tiempos. Dejó su huella en estas páginas de NORTE, allá por los inicios junto a Rik y después cuando los cincuenta años del diario estuvo junto a Maruja para reescribir aquella historia.
Su voz inconfundible fue de las primeras en Radio Rivera, junto a Dartagnan Pedezert. Después aquella voz tomó forma en la pantalla del Diez y pasó a ser parte de las familias de la frontera. Junto a Rubens Mandarino hicieron historia en el informativo en dos idiomas del canal. Entrevistó a Presidentes y políticos de enjundia, con un nivel y solvencia, que sólo los elegidos tienen.
Quizás “ELO”, el periodístico de la tardecita en el canal fue su niño mimado, por que como le gustaba decir a él, su nacionalidad era “Fronterizo” y así actuó siempre. Fue un luchador de nuestra identidad de tales y así actuó, siempre en pro de esa integración, por que también del otro lado de la línea era querido y respetado.
Su voz y su imagen no se limitaron a lo departamental. Marcó presencia en Imparcial, Carve y estuvo entre el selecto grupo de periodistas fundadores de la televisión en Uruguay, con SAETA canal 10 de Montevideo.
Fue un profundo estudioso del Mercosur, en especial de lo bueno que el tratado de Asunción podía significar para la frontera.
La otra gran pasión de su vida, su oficio primero, fueron los autos y por ahí anduvo bastante bien, aunque creo que se agrandaba un poquito.
Tuvo en su familia, en sus hijas y especialmente en su compañera Olga, verdaderos bastiones, leones que lucharon, lo sostuvieron y sacaron a flote en los peores momentos.
Como nunca termino de irme de esa mi casa, que era la de él, como es la de tantos llamada TV 10, este año justamente el de su partida, Ariel me distinguió dándome la oportunidad de hacer algún aporte para el aniversario del canal. Y claro allá me fui a lo del Flaco a ponernos al día en la charla, para recién después hacer la nota. Volvimos a prometernos el asado con Carlos y empezamos a meternos en los recovecos de los recuerdos de ese nuestro canal. ¡La pucha!, quizás como Ariel, pensé que el Flaco tenía siete vidas y no se me cruzó que aquél iba a ser el último abrazo, el último beso que su rostro adusto iba a dar en mi mejilla.
Se me fue un maestro, se le fue el amigo a Ariel y a Carlos. Se fue el compañero de toda la vida de Olga. Se nos fue una parte grande y linda de la historia de este pueblo. Por un instante nada más, silencio: ¡se apagó la voz de un gran periodista!
Hace días les quiero escribir, recién logré terminar de leer la nota. En esa frontera nada se apaga, y menos el vozarrón del Flaco. Él, claro, ya es cometa al viento pasando el Cerro del Marco. Gajes del oficio de tener piernas largas y pretenciones…
Gracias por guardarlo por ahí, tinta y papel retazos de vida al Norte
si lo conoci un poco fue en la fiesta del orimer año de radio rivera yo era muy chico nos dieron juguetes por una ventana grande que avi en la radio en la calle msr.vera casi sarandi nunca mas me olvide de ese flaco tan macanudo .despues de grande nos cruzamos otra ves en la radio yo hera un hombre grande 16a ños Tabare hocuar nos presento y le conte esta istoria el flaco se reia hoy tengo 62 ylo recuerdo desde un rincon de montevideo.
realmente un hermoso homenaje!!!!
No le he conocido, pero las palabras de dolor, consternaciòn, admiraciòn y agradecimiento, hacen que a la distancia, como nos encontramos tantos, como se sienten pocos, se hagan las despedidas màs duras.
Espero que sus principios calen muy hondo en la actividad periodistica de nuestro medio.
Descanse en paz