¿Se solucionará el problema de la Cárcel?
La pregunta en cuanto a la solución del problema de la cárcel va mucho más allá de lo puntual, respecto a la huelga de hambre emprendida por ciento cuarenta reclusos, desde el mediodía del domingo.
NORTE dialogó con el Jefe de Policía Heriberto Fagúndez, quien enumeraba una serie de medidas que se han tomado a efectos de mejorar las condiciones de vida de reclusos, policías y familiares, desde diferentes puntos de vista, pero esencialmente en lo que tiene que ver con la seguridad.
Se trazó una nueva estrategia, se dividió la guardia interna de la externa, se dispuso de más efectivos en el lugar.
Fue recuperado un detector de metales, en desuso desde mucho tiempo atrás, en fin, al igual que otros comandos, se hace lo posible e imposible por mejorar las cosas, en el acierto o el error.
Por otro lado, el Patronato, realiza su trabajo e intenta, a través de la implementación de un programa educativo e incentivo del trabajo artesanal, motivar a los reclusos.
Sin embargo queda claro, que ninguna de estas medidas, implican una solución real ante el problema.
Doscientos tres reclusos conviven en un predio, construido en 1926, para albergar un máximo de noventa presos.
Es evidente que no existen las más mínimas condiciones de convivencia, por más esfuerzo que se haga, que bienvenidos sean todos.
El deber del estado sigue siendo mejorar esa situación.
Ya hay una respuesta en la medida que se iniciaron las obras de construcción de la nueva cárcel en “Cerro Carancho”, pero seguramente no finalizaran antes de dos años ¿y hasta entonces? Son dos largos años en que el calvario de reclusos y guardias seguirá.
Es claro entonces que el problema continúa, está lejos, muy lejos de ser resuelto, por ahora el estado, simplemente ha comenzado a cumplir con su deber.