Mortalidad infantil en Rivera pasó de 21,7 por cada mil nacidos vivos en 2004 a 6,8 en 2015

La caída de la mortalidad en Rivera, que pasó de 21,7 por mil nacidos vivos en 2004 a 6,8 por mil en 2015, es producto del trabajo entre privados y públicos, especialmente de la Red de Atención de Primer Nivel de ASSE, destacó la subsecretaria de Salud, Cristina Lustemberg. También es fruto del trabajo de “Uruguay Crece Contigo”, focalizado en garantizar oportunidades para las familias con niños menores de 4 años.
Lustemberg recalcó que Uruguay en su conjunto ha logrado una merma histórica en el indicador de mortalidad infantil, al llegar en el cierre del año pasado a 7,4 por mil nacidos vivos, al más bajo desde que se llevan este tipo de estadísticas. Hace cincuenta años, la tasa era de cincuenta por cada mil nacidos vivos.
Agregó que, si se toman las cifras de mortalidad infantil de 2004 en Uruguay, que se situó en 13,2 por mil y el 7,4 actual significa que en números absolutos fallecieron 296 niños y niñas menos en ese lapso, todos menores de un año.
Esas cifras demuestran, cuando se visualiza la dispersión por departamento, el esfuerzo que se hace a nivel de políticas de Estado.
La Secretaria de Estado también se refirió a las políticas integrales de primera infancia en la salud, las que son un objetivo porque históricamente el indicador de mortalidad infantil muestra el bienestar de una sociedad.
El desafío más grande que tiene el Uruguay es seguir defendiendo este indicador de mortalidad infantil, que está muy vinculado en cada uno de sus componentes con los cuidados en el embarazo, la prematurez, las malformaciones congénitas, las condiciones sociales o las infecciones respiratorios, componentes que están en descenso, apuntó.
Otro de los desafíos es generar oportunidades para todos los niños, que son la riqueza más importante que tiene el país, dijo.
Lustemberg subrayó que está demostrado en el mundo que la aplicación de las políticas comienza en la niñez, con un sistema de cuidados que concilie la oportunidad de un desarrollo para las mujeres en particular y para las familias tanto en inserción educativa y laboral como en la crianza de los niños.
Enfatizó que es necesario seguir trabajando en la disminución de los indicadores de embarazo adolescente, que están estancados desde 1996, los cual producen una inequidad importante en los quintiles donde hay más problemas.
Hay mucho para trabajar, sostuvo, al tiempo que agregó que este indicador de descenso en la mortalidad infantil es un desafío para trabajar mucho más en el sector salud y en el resto de las políticas sociales a través de un trabajo integral, donde influyen el empleo, el trabajo, el nivel socioeducativo de las familias y las características de calidad de los servicios de salud.
En cuanto a los números de la baja en mortalidad infantil, 41% de esta cifra en 2014 fue en el sector público y el resto en el área privada.
Este indicador traduce inequidades que el país tiene desde el punto generacional y territorial, afirmó Lustemberg. En tal sentido enfatizó que en el área metropolitana es donde fallecen más niños que viven en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica, lo que produce profundas desigualdades.
En el departamento de Rivera en 2004, la mortalidad infantil era de 21,7 por cada mil nacidos vivos y en 2015 la cifra bajó a 6,8.
Este gran descenso muestra el trabajo del sector privado y del público a través de la Red de Atención de Primer Nivel de la ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado) y del Hospital que fortaleció la atención gineco-obstétrica, neonatal y pediátrica con inversión en recursos humanos e infraestructura.
Precisó, además, que se ha trabajado en forma intensa y coordinada con el programa del área social Uruguay Crece Contigo del Ministerio de Desarrollo Social desde 2012, que ha puesto el foco en garantizar oportunidades para las familias que tienen niños menores de cuatro años.

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