Fronterizos recuperaron su “Praça dos Cachorros”
Después de muchos años, desde ayer los vecinos de ambas ciudades recuperaron para sí la plazoleta “Flores da Cunha”, popularmente conocida como “Praça dos Cachorros”.
En la jornada de ayer y luego de la respectiva autorización judicial, la Prefeitura de Santana do Livramento procedió al retiró de todas las casetas que se encontraban sobre la acera de dicho paseo y que prácticamente lo ocupaban en su totalidad.
El estado en que quedó es lamentable, con innúmeros destrozos, por lo que ahora vendrá una etapa de refacción y recuperación de la plazoleta por parte de las autoridades santanenses.
Lo positivo de esta situación es que además de ser devuelto el paseo a la comunidad, se mantienen las fuentes de trabajos de esas familias, ya que serán reubicados sobre la calzada por Joao Pessoa, al lado de donde estaban, ocupando estructuras uniformes que les serán entregadas por el propio gobierno municipal, además de deber ceñirse a normas estrictas para poder trabajar en el lugar.
Por otro lado se ubicaron a los taxis que estaban por calle Uruguay, en la acera norte del Parque Internacional; sobre la acera oeste de Rua dos Andradas, frente al Cine Internacional.
Por otro lado se retiraron las sombrillas y estructuras armadas por los cambistas, ubicados en el cantero central a quienes en la jornada de ayer se los vio bien pertrechados con sobreros iguales para soportar el fuerte sol, manteniéndose la fuente laboral.
Comienza de esta manera la remoción de una zona que por años fue postal de la frontera, con trabajos complementarios entre ambos gobiernos.
Se anuncia que por parte de la Intendencia Departamental, la reubicación de los vendedores hoy instalados en el llamado “Paseo 33 Orientales”, los que pasarán a ocupar un cantero central, con estructuras construidas por la propia Intendencia.
Es cierto que muchos de los ciudadanos piensan igual que el compañero Heber, pero ¿quien no compró en el bagashopping alguna vez? Por lo tanto, ¿porque existen? ¿Por culpa de la pólitica económica, por los impuestos, por que son intrusos? Creo que la respuesta está en que cada uno de nosotros finació para que ellos sobrevivierán de nuestras compras por el «Paseo 33». El que salga a difamar a estas personas que se ganán la vida en forma honrrada, porque no han salido a robarle a nadie, que se limpie la boca! Por que yo conozco muchos que pasarón hambre y hoy son profesores sucedidos que pudierón dejar esa vida de bagallero que no es sinonimo de desonrrado, yo diría de sobrevivientes. Espero que este gobierno tenga la sabiduría y la voluntad de promover planes de inserción laboral que no son a corto plazo y a la vez GESTIONAR lo que ellos dejarón a la deriva.
Al fin alguien usó la coherencia, la sensatéz, el sentido común, excelente medida tomó el Poder Judicial de Santana do Livramento, le devolvió a la sociedad, a la comunidad «casi nada, no?» una plaza pública, un espacio tomado a la fuerza por intrusos.
Un ejemplo que bien lo puede seguir la Intendencia Municiapal de Rivera, algún día se la tiene que jugar, no puede seguir tirando la pelota para adelante, lavandose las manos, para quedar bien con esos «mal llamados comerciantes» porque constituyen votos, olvidándose de los derechos de los demás ciudadanos.
Ese espacio 33 Orientales es un adefecio para la ciudad, esa entrada a nuestra ciudad es una desprolijidad total, parece una toldería de gitanos, o el «bagashopping de la ciudad de Salto (aunque éste está en la periferia de la ciudad)», esa entrada da un aspecto muy feo de nuestra querida ciudad, ojalá vuelva a verla limpia nuevamente, despejada para la vista, y una arteria de circulación importante en un punto estratégico , a no olvidar que a 100 metros se está por inaugurar una obra tan importante como es el Hotel Casino y todavía no hemos solucionado ésta mancha para la ciudad.
La responsable de esta situación es la Intendencia, fue quien lo permitió, y será quien realoje a «éstos comerciantes» en algún lugar, esperemos que no sea otro «Espacio 33 Orientales» .
La Intendencia no debe olvidar los derechos de los demás ciudadanos, que pagamos los impuestos y gravámenes religiosamente. Nos vemos vapuleados por estas situaciones desegradables , y totalmente desprotegidos por la autoridad.