El Padre René celebró quince años de servicio al prójimo y a la comunidad
(Por Rosa Dutra) El pasado viernes 24 de junio, Noche de San Juan, el Padre René Da Silva celebró en la Parroquia del Sagrado Corazón sus quince años de consagración como sacerdote, un quindenio de trabajo, de servicio al prójimo y a la comunidad. La celebración coincidió con los festejos del Mes del Sagrado Corazón, donde muchísimos fieles se hicieron presentes para celebrar la Misa con el Padre René y luego compartir una cena, una “olla poderosa”, como la denominó el entrevistado.
NORTE estuvo presente y dialogó con él, quien nos contó su historia de vida, sus comienzos en su vocación y sus momentos especiales. Manifestó que para él resultaba una gran alegría y una emoción muy grande revivir todo lo que fue ese día en su pueblo Curtina, Departamento de Tacuarembó. Fue un momento muy especial porque decidió que fuera en su pueblo cuando el Obispo le dio la oportunidad de decidir donde quería ordenarse como Sacerdote, ya que allí están sus raíces, sus padres y hermanos, y es donde vivió su infancia.
Al referirse a su familia, dijo que viene de una familia muy numerosa. Tiene once hermanos y todos se aman mucho, se acompañan, expresó. Su padre fue peón rural y luego capataz; trabajó cincuenta años en una estancia. Su mamá lo acompañó siempre, por eso estuvo siempre cerca del campo. Aprendió a amar los valores rurales, aprendió de los paisanos la sabiduría del campo, de sus silencios. Allí se comunicaba con Dios por medio de la oración.
En el Seminario estuvo siete años; antes estuvo en Florida, un año en Tacuarembó, y luego en el Seminario mayor, donde comenzó el proceso fuerte de preparación para el Ministerio Sacerdotal. Tuvo siempre presente como guía espiritual y como su madre a la Madre Teresa de Calcuta; ella le motivó su camino. Otra referencia importante en su vida fue San Juan Bautista, por eso eligió su día para su ordenamiento: “un día muy frío en Curtina”.
Su madre fue quien percibió su vocación religiosa, que la tuvo desde muy pequeño, por eso comprendió que Dios le tenía reservado ese camino. A los quince años sintió con mucha fuerza que Dios lo llamaba a vivir esa experiencia. En esa época estaba novio, quería casarse, tener hijos y ser médico. Esa fuerza la tuvo desde su adolescencia, ya que no tenía nada solamente para él, pensaba siempre en los demás.
Siempre tuvo presente lo de entregar su vida al servicio de los otros, señaló. Fue así que descubrió que siendo Sacerdote podría ayudar más. Estuvo acompañado de los Padres Pochelú, Milton e hizo un proceso en el Seminario Menor de Florida con los padres Siervos de la Divina Providencia. Con ellos descubrió también que ese era su camino, la misión que el Señor le pedía. Se sintió muy acompañado por sus padres y hermanos y toda su familia.
Cuando fue ordenado estuvo diez años en Paso de los Toros. Luego estuvo en Colombia y a su regreso fue a Vichadero. Luego en el año 2011 vino a Rivera, completando en 2016 los cinco años en nuestro medio. Finalizando la nota dejó su mensaje expresando que para él es una gran alegría compartir su Ministerio, que es una gracia de Dios.