Rivera, jueves 26 de diciembre de 2024

Crónica de una ciudad rebelde…

TRANQUERAS (Especial para NORTE, por el Dr. Fabricio de la Rosa). Muchos la conocerán como un “Pueblo chico”. Para otros simplemente será una ciudad más del interior profundo. Algunos dirán que su gente está resignada a vivir en el anonimato…
Pero en Tranqueras se esconde el corazón rebelde y solidario de un pueblo olvidado. Rebeldía a la apatía, rebeldía al conformismo, rebeldía a la indiferencia… una rebeldía solidaria.
Con gran tristeza adelantábamos la primicia, que luego sería replicada en muchas partes del país, y el motivo de conversación de todo tranquerense: “Incendio fatal en Tranqueras”.
El día 13 de junio de este año, sobre las 19:30 horas, informábamos a través de nuestros micrófonos y las redes sociales, acerca de la tragedia que sufría una familia de esta ciudad, al ver que todo lo que tenía se estaba destruyendo por las llamas de un incendio que consumía su hogar.
La casita de materiales precarios, ubicada en un típico barrio de una ciudad del interior, no resistió por mucho tiempo al fuego, y quedó en cenizas. Ni las lágrimas de los afectados, ni los esfuerzos denodados de los bomberos pudieron con la furia del fuego.
Esa noche, Tranqueras era noticia en la región.
La respuesta en las redes sociales no se hizo esperar… condolencias, saludos y palabras de ánimo, acompañadas por oraciones y ruegos, comenzaron a pujar una rebeldía que en poco tiempo, daría a luz una esperanza.
Esa caótica noche, despertaría una llama que avivaría a una ciudad. Mientras Susana Alves (jefa de hogar) sufría con el avance de las horas, el sol volvería a salir para todos por igual.
Como siempre, estuvimos del lado de la gente. Ese 14 de junio, sin más demoras transmitimos las palabras de los damnificados. Julio César y María (hijos de Susana) fueron nuestros invitados y, desde nuestro lugar, soplamos el viento que aviva la llama de la rebeldía solidaria.
Segundos contados con los dedos de una mano fue lo que tardó la respuesta de una ciudad que se unía ante un grito de ayuda. Pese a lo demorado de la burocracia, la realidad provocó un despertar en cada tranquerense.
Rebeldía a la apatía en cada “¿tienen niños? Tengo útiles escolares”. Rebeldía al conformismo con cada “¡vamos a ayudarlos!”. Rebeldía a la indiferencia en cada “quiero colaborar con un colchón”. Una rebeldía solidaria que se manifestó en acciones concretas.
¡Los teléfonos explotaron! ¡La oficina se llenó de ropa! Y con cada llamada, una necesidad se veía cubierta. Con cada llamada se inflaba el pecho de una ciudad que respiraba diferente.
Como David venció a Goliat, la rebeldía venció a la tragedia.
Los rostros tristes y pesados de los afectados rápidamente desaparecieron, porque un pueblo los transformó. Apenas unas horas más tarde, eran rostros de un alegre cansancio por tratar de acudir a cada lugar que supo brindarles un abrazo y una muestra real de solidaridad.
Mucho antes que las autoridades, un pueblo unido supo ser el auxilio de una familia afectada.
El tiempo voló, pero en silencio se trabajó.
El 19 de julio, volvieron a ser noticia. En los micrófonos se encontraba Lorena (una joven vecina de Tranqueras) y -con la mirada llena de satisfacción por el deber cumplido- expresaba que unas horas antes había entregado a Susana las llaves de su nuevo hogar.
Un hogar que se construyó en el mismo lugar de la tragedia, pero que ahora quedaría como el monumento a un pueblo solidario.
No solamente nos unimos para colaborar, sino que nos unimos para cambiar. La familia de Susana ahora cuenta con una casa nacida del esfuerzo y del corazón de una ciudad rebelde.
Muchos ni se imaginarían que esto fuera posible. Muchos esperarían la ayuda de las autoridades. Muchos otros se lamentarían sin mover un dedo. Otros solo comentarían pero nada harían… Tranqueras no siguió a la mayoría. Se rebeló contra un sistema lento y egoísta, y le ganó al enfermo mundo idealista, actuando y no solo hablando.
Ahora, volveremos a ser, como siempre, una ciudad del profundo interior… olvidada y resignada, en la tranquilidad de un pequeño país. Pero como en cada historia de grandes héroes, hay un secreto que se dice a voces, en Tranqueras se esconde el corazón rebelde y solidario de un pueblo olvidado.
En homenaje a todo ciudadano rebelde.
Dr. Fabricio de la Rosa, 097408427.

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