Charla sobre los dilemas de la delincuencia juvenil en Uruguay

(Por Rosa Dutra) El pasado lunes, en el Salón Ibicuy del Hotel Rivera Casino & Resort, ante un numeroso público se realizó una charla sobre jóvenes y criminalidad, donde el Economista Senior de CERES (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social), Dr. Ignacio Munyo, analizó la situación de criminalidad que vive hoy nuestro país y expuso las cuatro razones que llevan a esta situación. También explicó como enfrentarla y cambiarla.
Previo a esta charla, NORTE dialogó con el Dr. Munyo, quien contó que el propósito de su visita era para trasmitir un estudio que presentó a fines del pasado año, luego de concluir una investigación de dos años. Se trata de una forma nueva y original de entender porque se produjo el incremento tan grande de la delincuencia juvenil en el país, que de hecho se triplicó durante los últimos quince años.
El Dr. Ignacio Munyo presentaría un enfoque para que se entendiera cual es el sentido de las causas que se encuentran detrás de ese incremento y cuales serían las alternativas para enfrentar un problema tan delicado. Señaló que hay muchas causas que producen la situación y la pasta base es una, pero no es la esencial ni la fundamental. Sí existen dos factores fundamentales que explican el crecimiento del crimen: primero es el fracaso estrepitoso del sistema educativo uruguayo, principalmente en los contextos más desfavorables del país. El retorno que reciben los menores por la educación es nulo, dijo.
Educarse en instituciones públicas, en contextos desfavorables, no brinda ningún retorno en términos de salarios futuros para una persona, porque sistema no le dio a esos estudiantes las herramientas y habilidades mínimas para poder insertarse en el mercado, siendo esta la principal causa.
Dijo que hay penas muy leves en el caso que capturen al joven delincuente. Las penas por delitos graves son de tres meses en promedio. En un contexto donde las actividades legales pagan muy poco, las delictivas pagan mucho y no hay penas asociadas a esto. El tener tan bajas penas ha hecho que racionalmente sea atractiva la actividad delictiva, ya que tiene un retorno muy fuerte con relación a la legal. Y este es el segundo factor de importancia.
También está el tema de las fugas, otro factor importante que últimamente se redujo mucho. Hasta 2003 la fuga fue de un 40%. Hay un sistema denominado “puerta giratoria”, ya que para entrar uno debe salir otro, porque sino el sistema colapsa. Lo que generó esto es que los incentivos para entrar en actividades delictivas sean grandes, ya que las personas de las pocas que son atrapadas, son retenidas por poco tiempo y se escapan rápidamente y vuelven a incurrir en el delito.
El cuarto y último factor es la pasta base. Ella genera dos efectos al consumidor: reduce el horizonte temporal de las decisiones de la persona que está bajo los efectos de la droga y su futuro deja de existir. Es cuando las consecuencias futuras de los actos dejan de importar. El segundo punto es más importante: la percepción del riesgo desaparece cuando están bajo efectos de la droga.
Se están eligiendo entre dos actividades: las legales y las delictivas. Esta última tiene riesgos asociados, porque hay una potencial probabilidad de ser atrapado por la policía y tratar de cumplir una pena. Esa pena y ese riesgo desaparecen bajo los efectos de la droga. Este es el cuarto factor que explica lo que ha observado de hecho.
Con los cuatro factores ha medido a través de un modelo que computa estos datos, que la totalidad del incremento multiplicada por tres de los delitos cometidos por menores se explica solo por esos cuatro factores. Reiteró que este trabajo de análisis e investigación le llevó dos años de trabajo y además fue presentado en el exterior, en Chile y Argentina. En esos países también está sucediendo este fenómeno. La delincuencia juvenil crece mundialmente. En Estados Unidos, por ejemplo, hay una gran preocupación sobre como tratar a los menores infractores. Se busca bajar la edad de imputabilidad, y allí es más grave que en Uruguay, porque los ponen en cárceles con los adultos, dijo.
Aquí la propuesta es aumentar las penas. La propuesta se plebiscitará en octubre de 2014 e implica que los menores irán presos a un establecimiento nuevo, diferente al de los adultos. Esto es importante ya que si se los pone junto a los adultos la solución no será eficiente debido a que cuando salgan cometerán más delitos. El enfoque que se hace es para valorar al menor.

LA CHARLA
La charla del Dr. Ignacio Munyo se realizó ante un numeroso público compuesto por gente de la enseñanza, autoridades departamentales, estudiantes, profesores, representantes de ONG, de instituciones públicas y privadas, de instituciones religiosas y de la comunicación.
En la oportunidad, el Intendente Departamental Dr. Marne Osorio dijo sentirse muy satisfecho por la respuesta a la convocatoria de la charla sobre un tema relevante, de gran actualidad y de preocupación para la sociedad. Se abordaría un dilema social que actualmente se vive en el país, vinculado a la delincuencia en los jóvenes, un tema que puede tener varios abordajes, desde la complejidad social que se siente.
Ignacio Munyo es Economista Senior de CERES (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social), desde febrero de 2009. Es Profesor de Econometría en la Universidad de Montevideo y miembro de la Academia Nacional de Economía. Fue Asistente de Investigación e Investigador de CERES entre 2002 y 2006. Sus áreas de especialización son: macroeconomía de países emergentes, crecimiento económico y microeconomía aplicada. Ha publicado artículos académicos en revistas especializadas. Es Master en Economía y ha realizado cursos especializados de Doctorado en Economía en la Universidad de Chicago, y es Licenciado en Economía y Analista en Contabilidad y Administración de la Universidad de la República Oriental del Uruguay.
En su exposición, el Dr. Munyo dijo que la delincuencia es una de las principales problemáticas del país, y entre ella está la delincuencia juvenil. Presentó las herramientas para enfrentarla y analizó los cuatro puntos principales que llevan a esta situación de aumento, sus causas y las políticas más eficientes para combatirla.
Uruguay hoy tiene niveles de criminalidad similares al promedio de América Latina. Las personas se sienten inseguras del lugar en que viven. Uno de cada cinco uruguayos fue víctima de algún delito en el último año; una cifra similar a lo que sucede en el resto de América Latina, que tiene mayores niveles de violencia de criminalidad, con más de un 30% de los que se producen por año en el mundo y en Uruguay estamos llegando a esta convergencia de criminalidad y violencia desde 1998.
Se multiplicaron por cuatro las rapiñas, que son delitos contra la propiedad con uso de violencia. Los menores tienen participación activa en ellos y sus delitos se triplicaron en relación a las cometidas por adultos. Los menores tienen de 13 a 17 años, siendo el 8% de la población total, cometen el 43% de las rapiñas producidas en nuestro país. Lo mismo sucede en otros países, como Estados Unidos, México, Argentina, España, Alemania, Japón o Australia. El botín creció mucho con el boom económico y la condena es más baja que para el adulto.
Con respecto a la calidad educativa, desde 2003 a 2009 los resultados en los contextos económicos más desfavorables resultaron dramáticamente negativos. El 75% de los menores de 15 años que están en momento de ingresar al mercado de trabajo (o sea, más de siete de cada diez), no logran los niveles mínimos de educación, ni tienen capacidades mínimas de poder insertarse de forma productiva en el mercado de trabajo, ni obtienen un retorno salarial mayor en el futuro. Actualmente existe una crisis educativa y un botín creciendo por el boom económico del 2004 al 2010. El nivel de riqueza del país creció una tasa del 6% anual y hay un 35% de crecimiento observado multiplicado por tres.
Munyo señaló tres aspectos críticos asociados a la delincuencia juvenil: El primero de ellos es que se despenalizó la tentativa y la complicidad de hurto, porque si se roba a una persona y se devuelve el objeto hurtado esto pasa a ser una tentativa y no un robo, y tampoco es considerado delito. El segundo punto es que los jueces no pueden considerar agravantes las reincidencias. Si se practican quince hurtos solo considerarán uno. Y el tercer aspecto es que los jueces tienen la potestad de hacer políticas sociales en el país. En este tema los propios jueces están en contra de esa medida.
Dijo que si un menor es preso por la policía, al poco tiempo un juez lo libera. Esto llevó a que la condena de un menor, que era de seis meses, ahora pasara a los tres meses. Otro problema son la cantidad de fugas que han realizado los menores del INAU, desde 2007 hasta 2010. Hoy las fugas se han reducido, debido a una contribución del propio instituto. El Dr. Ignacio Munyo lo comparó con una puerta giratoria, porque “entraba uno y tenía que salir otro, ya que el sistema podía colapsar”. Esto también impactó en el aumento de la delincuencia juvenil.
Dijo que la pasta base no es la causa principal de la delincuencia juvenil, y sí una de las causas. El 10% de los adolescentes la consume. El 53% de los internos del INAU también la consume. Al hacerlo pierden la consciencia y la percepción del riesgo, ya que “el mañana” no existe bajo el efecto de esa droga. La delincuencia se conforma con crisis educativa, bajas penas, escapes, más consumo de pasta base. Creció un 86% en los jóvenes de Uruguay y se ha triplicado.

MEDIDAS PARA COMBATIR LA DELINCUENCIA
Haciendo referencia a las medidas para combatir la delincuencia juvenil, dijo que es imperativo mejorar el sistema educativo público, con una reforma educativa de magnitud. Se debe mejorar los contextos desfavorables, reducir la insuficiencia del 75% al 12% y darle herramientas a los menores para que se inserten productivamente en el mercado laboral. Mencionó como ejemplo el caso del Liceo Jubilar, que está ubicado en la zona la de Casavalle, área de mayor asentamiento de Montevideo. El Liceo Jubilar en su segundo año con jóvenes de contexto crítico logró cambiarles su vida, mejorando su contexto, dándoles dignidad y reduciendo un 40% de la delincuencia juvenil.
Como medidas, citó aumentar las disposiciones de prevención para evitar las penas, que la policía sea más efectiva, reducir la probabilidad de escape del 38% al 0% y la profesionalización completa del Ministerio del Interior y de la policía para lograr esos resultados. Otra medida es aumentar la pena de tres a seis meses, así se reducirá la capacidad de escape. La delincuencia se reduciría en un 36%. Como forma alternativa se bajaría la edad de imputabilidad, aunque no ponerlos en cárceles de adultos ya que esto aumentaría la delincuencia.
Los factores que están detrás de esta situación de delincuencia son: rezago de actividades legales prefiriendo el botín, el Código de la Niñez y de la Adolescencia, la fuga de los hogares y del INAU, el consumo de pasta base y el fracaso de la educación.

FORMAS DE COMBATE A LA DELINCUENCIA
La forma más efectiva es la reforma educativa, aplicando prácticas del Liceo Jubilar, que en tres años logró lo que no lograron otros: incrementar la probabilidad de atención, eliminar las fugas, aumentar la certeza que haya un castigo y aumento de la seguridad en las penas. El resultado tiene que ir acompañado con una rehabilitación efectiva de los adolescentes, con una reforma integral del sistema de esa rehabilitación.

Diario NORTE: