Víctor y Daniel son “Charrúa de Oro”
Tal como lo hace año tras año, desde sus inicios, el Festival de Folklore de Durazno, hace entrega del preciado trofeo “Charrúa de Oro”, a quien durante el mismo se ha distinguido como el mejor.
No es poca cosa, por ese escenario han pasado los más grandes del Folklore Oriental.
Se trata del mayor festival de su genero que tiene el Uruguay, siendo reconocido en toda América Latina por su alto poder de convocatoria, pero especialmente por la excelencia de quienes allí se presentan.
Rivera ha sabido de varios primeros premios y ello nos ha llenado de orgullo porque ello premia especialmente a quienes recién se inician.
Pero no cabe dudas que esa alegría es superlativa cuando el reconocimiento llega a intérpretes ya consagrados, que no van allí a competir, sino que se presentan como atractivo por su jerarquía, por su trayectoria y que son premiados por su actuación con el preciado “Charrúa de Oro”.
No se trata de premio a quien compite, puesto que estos artistas por el simple hecho de ser invitados a subir a dicho escenario, ya están demostrando su valía.
Es el espaldarazo a una trayectoria y en este caso el Charrúa de Oro vino a parar a Rivera, más que merecidamente en manos del dúo Víctor y Daniel.
Maciegas, grupo claramente identificado con Rivera, ya lo había obtenido en dos oportunidades, ahora el honor corresponde a estos dos excelentes cantautores, que se han ganado el respeto del público de todo el país merced a su trabajo serio, responsable, con un estilo particular, propio, que los ha distinguido y ha hecho merecedores del elogio de la crítica y que ahora llega a su máxima expresión con esta distinción tan importante.
Hace veintitrés años que Víctor Buere y Daniel Invernón, vienen transitando los senderos del canto nacional, lo que no es fácil ni frecuente por el desgaste que muchas veces ello significa, pero claro como lo dicen uno y otro se han transformado en verdaderos “hermanos de la vida” y eso de ser hermanos no es para uno o dos días, es para siempre.
Llegue entonces el abrazo grande a dos amigos de NORTE, extensivo a sus respectivas familias, que en definitiva son siempre quienes hacen el “aguante”, en las buenas y en las malas.