Rivera, sábado 23 de noviembre de 2024

Tacuarembó: MEVIR invitó a encuentro en apoyo a la producción familiar

Tacuarembó: MEVIR invitó a encuentro en apoyo a la producción familiarTACUAREMBÓ. En el marco de la celebración de los 48 años de MEVIR en el territorio, se realizó la mesa de trabajo denominada “Articulando acciones para la sostenibilidad de la producción familiar”. El objetivo fue generar un ámbito de intercambio para discutir la situación de la producción familiar en Uruguay y definir las líneas de acción estratégicas que permitan continuar apoyando el sector.
La actividad tuvo lugar el pasado 19 de agosto en INIA Tacuarembó y hubo tres mesas de trabajo. La primera Mesa discutió sobre la situación actual y perspectivas de la producción familiar. En la segunda Mesa se abordaron los desafíos para la intervención en el sector, y la Mesa 3 estuvo destinada a síntesis y reflexiones finales.
Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca participó el Director General de Desarrollo Rural, Dr. José Olascuaga. Por Facultad de Agronomía y Agencia de Desarrollo Rural de la Intendencia de Canelones estuvo presente el Ing. Agr. Marcos Carámbula. Desde el Instituto Nacional de Colonización concurrió su Presidente, la Ing. Agr. Jacqueline Gómez. Por Comisión Nacional de Fomento Rural participó el Sr. Fernando López y por MEVIR, el Ing. Agr. Luis Silvera. En la Mesa de síntesis participaron como disertantes el Dr. Diego Piñeiro por Facultad de Ciencias Sociales, la Dra. Cecilia Bianco por MEVIR, y el senador Andrés Berterreche.
El titular de Desarrollo Rural, José Olascuaga, señaló que articular no es difícil, pero destacó que exista la voluntad de hacerlo, y mostró qué se ha hecho desde el Ministerio como aporte al esfuerzo de articulación. Habló de la importancia de la agricultura familiar en sus tres vertientes: la económica (como productora y abastecedora de alimentos y dinamizadora de los mercados locales); la demográfica (como reproductora de la población rural y de la fuerza de trabajo en el campo) y la cultural (como reservorio y mantenimiento de saberes ancestrales). “Todo esto enlaza con un modelo de desarrollo con gente en el campo”, señaló Olascuaga.
Luego, intentó responder a la pregunta “qué podemos hacer desde las políticas públicas” y habló de las políticas diferenciadas que se han intentado llevar adelante en los últimos años. En cuanto a qué se puede hacer, Olascuaga habló de reconocer a la agricultura familiar y su potencialidad; fortalecer los activos (el acceso a la tierra, al agua, a los mercados, a la educación), ampliar su autonomía, reducir riesgos y elaborar políticas de desarrollo rural integrales: “Un poco de todo eso hemos intentado hacer, con mayor o menor éxito… pero seguramente lo podemos mejorar mucho si cumplimos con la consigna de esta jornada, que es articular, coordinar esfuerzos y buscar sinergia”, señaló.
Mencionó como componente importante de evolución, la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar, ámbito en el cual coinciden, en un espacio único en el Mercosur, los delegados de las organizaciones sociales de la agricultura familiar con los representantes de gobierno vinculados al tema, espacio que “ha permitido generar propuestas de políticas públicas a la interna de cada uno de los países”. Mencionó también el trabajo enlazado que se realiza en la Sección Nacional de la REAF y en las Mesas de Desarrollo Rural.
También dijo que en nuestro país y en la región, los agricultores familiares pasaron de ser invisibles a ser sujetos de políticas públicas diferenciadas. Mencionó como primera etapa, la construcción del concepto de agricultura familiar y su valorización, y como segunda etapa, el pasar del concepto a la norma (en Uruguay hay una definición que se ajustó en el 2014), y dijo que el registro permite saber quiénes son los productores, dónde están, a qué se dedican, cómo es su núcleo familiar, y permite “ser más precisos a la hora de diseñar políticas y también a la hora de asignar recursos”.
Olascuaga mencionó que en Uruguay existen más de 23 mil registros, que implican más de 31 mil personas consideradas productoras familiares, y que de acuerdo al Censo Agropecuario de 2011 hay un 92% de cobertura en el registro, a pesar de ser un registro voluntario. Por otra parte señaló que una proporción importante de las explotaciones son de la agricultura familiar, pero que el área ocupada por ésta, en relación al área total, no llega al 14%, lo que marca la importancia social y numérica de la producción familiar y sus dificultades de acceso a la tierra.
El director de Desarrollo Rural mencionó, como innovación institucional en Uruguay, el funcionamiento de las 40 Mesas de Desarrollo Rural y la creación del Fondo de Desarrollo Rural. Por último, hizo referencia a los llamados y convocatorias vigentes en la DGDR en apoyo a la producción familiar, como el llamado “Más valor a la producción familiar” que apunta a buscar mecanismos innovadores para la inclusión de la agricultura familiar en las cadenas de valor.
Por su parte, la Presidente del Instituto Nacional de Colonización, Ing. Agr. Jacqueline Gómez, se refirió al contexto actual en que se llevan adelante las políticas públicas, con aumento del PBI agropecuario, aumento del precio de la tierra, intensificación de la producción, cambios tecnológicos que no siempre llegan a los sectores más pequeños, reducción de la población rural, reducción del número de productores, concentración de la tierra y aumento de tierras en manos de personerías jurídicas. Dijo que este no es un escenario exclusivo de Uruguay, sino general para América Latina, y se refirió a las políticas públicas que se han llevado adelante en este contexto: “El INC lleva la política pública de dar respuesta a las demandas de tierra, de generar una racional subdivisión de la tierra […] promover la adecuada explotación […], trabajo que pretende aumentar y mejorar la producción […] y promover la radicación y el bienestar de los trabajadores rurales que son los que viven en los predios del Instituto”.
Gómez habló del acceso colectivo como una herramienta de construcción de una sociedad con otros valores y dijo que es necesario profundizar el trabajo con enfoque de desarrollo rural y territorial.
El Dr. Diego Piñeiro, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República sintetizó las ideas de la Mesa haciendo el esfuerzo de centrarse en lo que puede ayudar a las instituciones a pensar el camino para apoyar a la producción familiar. Resaltó que la producción familiar es “heterogénea y cambiante”. También habló de la pluriactividad de los productores familiares y dijo que es necesario “abrirse a eso”. Por otra parte, señaló que el Estado no está proveyendo los servicios que toda persona tiene derecho a tener: “El 47% de los productores familiares y el 53% de los asalariados rurales tienen al menos una necesidad básica insatisfecha”, dijo Piñeiro.
Enfatizó que “hay que cambiar la manera de mirar los derechos”. Mencionó que la falta de acceso a los derechos básicos es una de las razones por la que los jóvenes no se quieren quedar en el campo.
Otro tema que abordó fue por qué disminuyeron las explotaciones de productores familiares. Señaló que hay que verlo como un fenómeno multicausal y no como un problema de escala. Destacó razones como el envejecimiento, la falta del relevo generacional y el precio de la tierra, que ha expulsado a mucha gente que tenía tierra arrendada, entre otras.
Dijo que “hay que tener cuidado con las simplificaciones”, y que el Estado tiene que intervenir para facilitar el proceso intergeneracional, haciendo referencia al tema de la herencia de la tierra. También señaló que tiene que haber dispositivos estatales que faciliten ese pasaje: “Acá hay un tema en el cual la articulación de instituciones es fundamental para que se produzca el proceso de sucesión en la forma menos traumática posible y nos permita no tener ese quiebre generacional que implica la venta de las explotaciones”. Para terminar, Piñeiro se refirió al aspecto ambiental: “Tenemos que levantar la mirada […] y pensar en términos de nuestros descendientes”, concluyó.
Por último, a modo de síntesis, el senador Andrés Berterreche señaló si no se hacen políticas específicas para conservar la agricultura familiar, ésta va a tender a desaparecer. Dijo también “que la agricultura familiar puede tener un desarrollo en un territorio diferente, donde esté presente campo con gente”. Invitó a “pensar en un país más allá de nosotros mismos” y señaló que las políticas diferenciadas que se han hecho en estos últimos diez años tienen “la integración de lo rural por encima de lo productivo”.
Expresó que es necesario “hacer políticas para la ruralidad” y, en cuanto al qué hacer, dijo que las dos acciones más importantes son organizar y articular: “La articulación no es una cuestión romántica, es una necesidad”. Defendió la existencia de las Mesas de Desarrollo Rural y los Consejos Agropecuarios Departamentales. También dijo que el Registro de Productores Familiares es “la forma de tener la información para después poder actuar en esos sistemas organizados y articulados” y señaló que es necesario “fortalecerlo como herramienta”.

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