MGAP inició el trabajo para construir un sistema de innovación y desarrollo

En la jornada de ayer, jueves, comenzó el proceso de cambio en la modalidad de intervención en los territorios, con la participación de todos los actores públicos y de la institucionalidad público-privada, para el diseño, articulación e implementación de políticas de desarrollo rural. El objetivo es detener el círculo vicioso que provoca la emigración de las zonas rurales del país, señaló el Ministro de Ganadería, Fernando Mattos.
El taller que inicia este proyecto se realizó en la sala de conferencias de la Rural del Prado, encabezado por el ministro Mattos, junto con el Subsecretario de la cartera, Juan Ignacio Buffa; el Presidente del Instituto Nacional de la Leche, Juan Daniel Vago; el titular del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, José Bonica; el Presidente del Instituto Plan Agropecuario, Esteban Carriquiry, y el Presidente del Instituto Nacional de Colonización, Julio César Cardozo.
En su oratoria, al finalizar la jornada de trabajo, el ministro Mattos subrayó que hay sectores que requieren de las políticas públicas para que no se amplíe la brecha entre productores exitosos y “los que quedan en el camino”, en referencia a quienes deben abandonar el medio rural. Señaló que Uruguay atravesó por un proceso que, por un lado, incrementó la producción de bienes y, por otro, concentró la propiedad de la tierra y expulsó a residentes del campo hacia las ciudades.
Mattos afirmó que, si no se responde cuáles fueron las causas que interrumpieron para muchas personas la permanencia en el medio rural, otros compatriotas también serán afectados por ellas. En ese sentido sostuvo que es necesario implementar políticas públicas o generar nuevas formas de desarrollo productivo, humano y social, y así evitar el círculo de abandono de población en las zonas productivas del país.
“El círculo vicioso es conocido baja rentabilidad, baja inversión, baja implementación tecnológica, hasta desembocar en el traslado de la población hacia las ciudades que, en el peor de los casos, es hacia asentamientos, enumeró Mattos. “Ante esto, las políticas públicas están encargadas de empujar a estos productores para evitar el drama económico y social que representa la emigración hacia las ciudades”, consideró.