El 25% de los cultivos de verano se perderá por la falta de lluvias
Los productores rurales perderán cerca del 25% de los cultivos de verano por la falta de lluvias, según informó en su edición del pasado sábado el matutino El Observador.
La pérdida de cultivos de verano (soja, maíz y sorgo) puede situarse en “el 25% del rendimiento normal”, aseguró el gerente de Producción de Agronegocios del Plata (ADP), Carlos Dalmás.
ADP, la empresa asociada a la argentina Los Grobo, que planta en el litoral, en el centro y el noreste del país, es uno de los principales jugadores de la agricultura uruguaya.
La soja, que es el principal cultivo de verano con una superficie de unas 900 mil hectáreas, “puede tener pérdidas de rendimiento de entre 20% y 30%, según la zona”, en tanto en la cosecha de maíz “se perderá un 30%”, acotó.
Dalmás dijo que una pérdida de 500 kilos de soja por hectárea sería un pronóstico “muy pesimista” y agregó que en maíz de primera se esperan “rendimientos de 4.000 kilos por hectárea”, cuando lo normal sería entre 6.000 y 7.000 kilos por hectárea.
El ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, dijo el miércoles 1 que había un pronóstico de lluvias para la semana y que, si no se cumplía, podría adoptar medidas por los efectos del déficit hídrico.
El viernes llovió en casi todo el país, en especial en los departamentos de Artigas, Salto y Paysandú, dijeron varias fuentes. En Colonia cayeron 100 milímetros en dos días.
Por otra parte, si el clima seco continúa los rendimientos de cultivos de soja, especialmente de segunda, se verían comprometidos, aunque es difícil estimar los porcentajes de merma, opinó el coordinador ganadero y agrícola ganadero de la Federación Uruguaya de grupos CREA, Ignacio Buffa.
Si se mantiene el déficit hídrico, indudablemente este factor va a repercutir en los rendimientos, en menos pastura y menos tasas de crecimiento en los cultivos de verano. En consecuencia, los rendimientos estarán ubicados por debajo de los niveles presupuestados en los grupos CREA, que se habían proyectado para los cultivos de soja de primera en 2.200 kilos y para los de segunda en 1.800 kilos, dijo Buffa.
El presidente de la Sociedad de Fomento de Rivera, Faustino Trindade, dijo que en esta zona “llueve desde el jueves de forma tímida” y hasta el pasado viernes estimó que cayeron “entre 9 y 25 milímetros, según el lugar”. En una zona ganadera, el productor agregó que “no da para solucionar el problema de la falta de pasto, pero alivia”. Por el déficit hídrico “los tajamares grandes bajaron y los chicos desaparecieron”.
EN GANADERÍA
Por su parte, en el área ganadera la situación es menos complicada, especialmente en cuanto al estado de los ganados y la capacidad forrajera, salvo algunas zonas, informó el director del Área de Proyecto y Articulación del Instituto Plan Agropecuario (IPA), Hermes Morales.
Sin embargo, desde el punto de vista de las aguadas en general, con las excepciones del caso, el panorama es bastante complicado en todo el país.
En materia forrajera la situación más complicada está en el centro del país, abarcando desde el norte de Florida hasta el norte de Paso de los Toros (Tacuarembó), y la zona del noreste, con Rivera y Cerro Largo.
“En el resto del país, incluyendo a la zona de basalto en el litoral, si bien existen problemas de aguadas en general, la situación forrajera y de estado de los animales no era tan difícil a fines de enero”, sostuvo Morales.
El técnico del IPA agregó que para la ganadería ha sido un verano normal, con la falta de agua que es habitual y todo indicaría que no habría mayores problemas.
Al ser consultado sobre qué medidas primarias adoptar para las zonas más afectadas del país, como Cerro Largo y Rivera, donde están comprometidos los ganados de cría, destacó en primer lugar que “los productores están muy entrenados y están atentos a tomar alguna medida de manejo”.
Morales comentó un aspecto que puede ser favorable: la dotación de los campos ganaderos en todo el país no es tan elevada debido a las altas faenas de los años anteriores, algunos problemas de bajos nacimientos y la exportación de ganado, más la merma persistente del stock ovino.
LA NIÑA “EN SITUACIÓN DÉBIL”; SE DISIPA EN OTOÑO
Las probabilidades de lluvias en el trimestre enero-marzo son en su mayoría normales o por encima de lo normal. En un 30% serían normales, en 30% por encima de lo normal y en 40% por debajo de lo normal.
El encargado de la Unidad de Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Walter Oyhantçabal, resaltó el panorama que surge del informe que produce el Grupo de Trabajo de Tendencias Climáticas de la Dirección Nacional de Meteorología del Uruguay y la Udelar.
También mencionó las proyecciones elaboradas para este período referente a los fenómenos del Niño y la Niña. En ese sentido destacó las informaciones más recientes de que el fenómeno Niña, que provoca escasez de lluvias, está en situación de débil a moderada, que habrá de continuar en el verano y que en el otoño se va a disipar.
Fuente: Diario El Observador.