El 12 de julio se realizará una jornada sobre “Capim Annoni” en Masoller
La División del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), con el apoyo de la Intendencia de Rivera, junto al Instituto Plan Agropecuario, presentan una actividad que envuelve el Paisaje Protegido Valle del Lunarejo. Se trata de una jornada sobre el Capim Annoni, una maleza que desvaloriza los campos y atenta contra la conservación de las praderas naturales.
Los mencionados organismos invitan a participar de la jornada de campo el día martes 12 de julio, a la hora 13:00, en el Establecimiento del productor Sr. Carlos Pachiarotti, ubicado en el kilómetro 228 de Ruta Nº 30, a seis kilómetros de la Bajada de Pena, con dirección a Masoller a la mano izquierda. El establecimiento fue seleccionado por la cercanía a la ruta y la presencia de la maleza en las banquinas.
En la jornada se realizará una breve reseña histórica de la introducción de esta especie exótica invasora, su modo de dispersión y los métodos de control que existen actualmente. Culminando la actividad se realizarán observaciones a campo para identificación de la maleza.
La jornada contará con la conducción del Ing. Agr. Javier Fernández, Técnico de la Regional Litoral Norte del Plan Agropecuario. El profesional que estará a cargo de la jornada, evacuará dudas y difundirá experiencias que se vienen desarrollando en otras zonas del país. Se estima que la jornada estará culminando aproximadamente a las 16 horas.
Los teléfonos de contacto para consultas sobre la jornada son 099204891, de Álvaro Armúa, Asistente Técnico en ganadería, SNAP-Regional Norte; el 099177892 del Lic. Ramiro Pereira Director del Paisaje Protegido Valle Lunarejo, quien también tiene su base en la División Medio Ambiente de la Intendencia Departamental de Rivera, teléfono 46231355. Y también por el móvil 099771413 del conductor de la jornada, el mencionado técnico Javier Fernández.
EL CAPIM ANNONI
El Capim Annoni es un pasto maleza proveniente del sur de África que ingresó a Río Grande del Sur, Brasil en la década del ‘50. Promovido inicialmente por un hacendado al cual debe su nombre vulgar, actualmente ha invadido aproximadamente en dicha zona un millón de hectáreas. Este proceso ha sido catalogado de “desastre ecológico”.
Es un pasto maleza, muy buen competidor por agua, nutrientes (raíces profundas), y luz (alto porte, debido a que es poco comido por el ganado), además de producir sustancias que afectan el crecimiento de las especies vegetales acompañantes. Estás características determinan que sea invasor, no respetando suelos ni manejos.
Está en juego, pues, la competitividad de nuestras cadenas agroexportadoras. Un primer paso importante es aprender a reconocerlo, ya que como pasto puede pasar inadvertido en nuestros suelos. Comúnmente, y al estado de “pasto” se confunde con el espartillo de verano, y estando espigada lo hace con otras pasturas conocidas. El carácter que lo diferencia de ellos es la base de la planta, que en el caso del Annoni es bien plana o “achatada”, lo cual hace referencia a su nombre científico.
Los riesgos que causa la maleza en la producción para los productores y el país “deben ser muy tenidos en cuenta”, indica el Instituto Plan Agropecuario pues “las pasturas naturales son la base de la competitividad internacional de la cadena cárnica y lanera”. Comer Capim Annoni para los animales es como “comer un alambre”, y determina que el ganado acorte su vida en un período de tres años, porque desgasta los dientes”, ejemplificó el Instituto.
“Es un material muy fibroso y de muy poca digestibilidad”, sucede que en los campos donde aparece, los animales no lo comen dándole la posibilidad que semille, y como toda invasora, tiene excelentes mecanismos para dispersarse, como ser vehículos, viento, pero además tiene una enorme capacidad de producir semillas.