Rivera, domingo 29 de diciembre de 2024

Autoconvocados marcharon ayer desde La Virgencita hasta la Plaza Artigas

(Por Rosa Dutra) En la jornada de ayer, miércoles, convocadas por el Movimiento “Un solo Uruguay” se realizaron movilizaciones en distintos puntos del país. En horas de la tarde, los integrantes del Movimiento “Rivera, juntos somos más” se reunieron en la intersección de Rutas 5 y 27, en La Virgencita, para luego de la concentración marchar en caravana hasta la Plaza Artigas, donde hicieron uso de la palabra algunos representantes y se leyó una proclama.
Una gran multitud se hizo presente embanderados con el Pabellón Nacional, y a su paso mucha gente los aplaudía y alentaba. Llegaron de todos los rincones del Departamento: Minas de Corrales, Paso Lapuente, Tranqueras y otras zonas más alejadas de la capital departamental.
Previo al inicio de la marcha, NORTE dialogó con dos productores rurales. Uno de ellos es Iván Stancov, de Minas de Corrales, quien manifestó que “la gente de Minas de Corrales está movilizada. Los que nos acompañan son pequeños productores de la zona quienes llegaron para brindar un espaldarazo a los compañeros de Rivera y a los otros de todo el país”.
Respecto a la situación del agro, dijo que “aparte de todos los problemas que se conocen, se les sumó el del tiempo, con la sequía que enfrentamos por la falta de precipitaciones, algo que siempre existió. Pero el problema es mucho más grave. Por este motivo decidimos ‘hacer ruido’ para que la gente que tiene que solucionar estos problemas nos escuche”.
Aunque reconoció que ya la mesa central de los autoconvocados y en Rivera están trabajando con las autoridades para poder llegar a un acuerdo.
Dijo que tienen muy buenas expectativas con el Intendente de Rivera, porque “el Gobierno Departamental ya ha adoptado algunas soluciones” y tienen esperanza de continuar logrando más buenos resultados. A nivel nacional -dijo- irán paso a paso “para esperar que también se solucionen las cosas, de forma pacífica y ordenada como se ha caracterizado este movimiento”.
El otro productor entrevistado fue Gabriel Capó, de la zona de Paso Lapuente, quien señaló que esta manifestación tenía como objetivo la mejora del país, que no pretendían luchar contra nadie y si venían en búsqueda de mejoras. Buscan que el Gobierno los escuche, porque están al margen y no pueden más, señaló.
Agregó que tienen que “hacerse notar”, porque el Uruguay los necesita y si todos se juntan podrán más. Además, expresó que las medidas que se adopten no serán solamente para el agro sino para todos los ciudadanos. Luchan por mejoras en la salud, en la educación, en la baja de costos del Estado, explicó. Gabriel Capó considera que “esta no será la última movida, porque durante el año vendrán otras”.

LA PROCLAMA EN PLAZA ARTIGAS

Después de la marcha, llegaron a Plaza Artigas, donde se escucharon muchas voces y por último la joven Ana Canabarro leyó una proclama.
Uno de los oradores pedía que se recortara la flota de vehículos oficiales a la mitad, que los organismos del Estado reduzcan sus gastos. Dijo que exigía a todos los políticos, de todos los partidos, que presenten propuestas claras y concretas de desarrollo y no de slogans desarrollados por empresas publicitarias.
Ana Canabarro, por su parte, fue la encargada de leer la proclama que hacía referencia a “la alarmante situación política, social y económica que vive el país, que es producto de gobiernos insensibles a las necesidades de los ciudadanos. La oposición está maniatada por una mayoría parlamentaria cerril y los orientales están viviendo un letargo. Son tres realidades que pintan de cuerpo y alma, al Uruguay de los últimos 15 años”.
“Pero el pasado 23 de enero -continuó- las cosas comenzaron a cambiar, porque sobrevino el Grito de Durazno. La voz del campo retumbó en cada rincón del país, sacudiendo a un pueblo sin nervio e inquietando a un Gobierno tan insensible como soberbio. El Grito de Durazno fue una luz en el camino del hombre bueno, de aquel que trabaja de sol a sol en la ciudad o en el campo, sin ver progreso en su vida, el que respeta la ley, el desesperanzado, el que ha bajado los brazos, en suma, del que nada le pide al Estado y mucho le ha dado a la patria”.
“El Grito de Durazno puso nervioso al Gobierno, pues allí un grupo de ciudadanos con inusual prudencia y desprendidos del paralizante concepto de lo políticamente correcto, se atrevió por primera vez en 15 años, a llamar las cosas por su nombre. En Durazno, nació el Movimiento ‘Un solo Uruguay’, y con él se identificaron rápida y espontáneamente los indignados de todos los sectores del quehacer nacional, que sienten que en él, aunque sea circunstancialmente, tienen un lugar y por él se sienten representados”, agregó.
Continuó: “El Grito de Durazno tuvo diversas consecuencias: la renuncia de un ministro, la inmediata concreción de la postergada reunión que dio origen al movimiento, la divulgación de casos de nepotismo y otras tantas desprolijidades del Estado, la exigua reducción del algún impuesto, curiosamente de los Gobiernos Municipales, y la vergonzosa respuesta a ‘las diez mochilas’, por Cadena Nacional, leída por un comunicador contratado. Pero las más significativas consecuencias fueron el rescate de nuestro Pabellón Nacional, que desde hacía mucho tiempo solo se utilizaba para festejos futbolísticos y el paulatino atrevimiento de los orientales a manifestarse públicamente contra este Gobierno”.
“No se equivoque, Sr. Presidente, el Movimiento ‘Un solo Uruguay’ no pide, exige la reducción de los gastos del Estado; el cambio de rumbo en las políticas laborales, educativas, de salud, de seguridad y de relaciones internacionales, a fin no solo de solucionar los problemas del agro, sino de satisfacer las necesidades de todos sus gobernados. Riverenses, la causa republicana exige compromiso. Luchemos para que el Grito de Durazno no se apague, pues nunca tan vigente la frase del Jefe de los Orientales: Nada debemos esperar, sino de nosotros mismos”, concluyó.

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