El Dr. Antonio Aguirre presentó el libro “La Enfermedad Senil del ‘Derechismo’ en el seno del Partido Nacional”
No es intención de este periodista realizar un análisis socio-psíquico-político de este trabajo, primero por que el tiempo, siempre tirano -perdón por la falta de originalidad- apenas ha permitido una lectura ligera del mismo, pero sobre todo, por una simple cuestión de reconocimiento al valor y entereza intelectual de su autor, mezcla de un sólido respaldo cultural, con una permanente actitud de asimilación de las cosas pueblerinas, fronterizas, como le gusta decir a él; cotidianas de este pueblo como me gusta decir a mi.
De pronto la primera impresión que puede llevarse algún distraído, en función del algo “pomposo” y fuerte título, es de encontrarse con la obra de un “entregado” o arrepentido en cuanto a su militancia. Por el contrario a medida que transcurre la misma, vamos descubriendo a un ciudadano profundamente identificado, con la ideología Blanca, con un Blanco que entiende que la mejor forma de plasmar ese proyecto de país, es precisamente militando dentro del Partido Nacional. Se equivoca, quien crea que en función de ese título, se va a encontrar con una especie de tiroteo cerrado contra el Herrerismo. La sensación es que estamos ante una obra de profunda reflexión hacia dentro y hacia fuera, producto no sólo de aquellos cimientos a los que nos referíamos, si no que también de una rica experiencia de vida, que tiene que ver primero con sus raíces fronterizas, pero también con sus vivencias montevideanas, precisamente cuando se enrola a la Juventud Comunista, para luego volver al Partido Nacional en 1973, con su vida en el exterior. Que tiene que ver con una forma plural de pensar y actuar pues sólo así se entiende el convivir, tantos años, como él lo dice, con Aída, “su compañera de camino”, uno en el Partido Nacional y ella en el Frente Amplio.
Pleno de “deformaciones profesionales” nos encontramos sin embargo con una letra simple, legible, entendible, que nada tiene que ver con la del Doctor, más bien con la de un ciudadano en estado reflexivo. Algunas referencias a Don Martín Padern, como dice él, Herrerista totalmente lejano a la enfermedad partidaria de referencia o el recuerdo de su padre cuando asimila el mensaje de cañeros que desde Bella Unión pasaban por Masoller, anunciando el inicio de “una nueva era”, entendiendo sus reclamos; enriquecen y dan un dinámica muy especial al libro.
Su predicción de un posible PRI en Uruguay, no descartando la eventualidad de un partido único, dentro de un sistema democrático, en nuestro país o su insinuación de lograr acuerdos, formales o disimulados, para los próximas municipales entre Blancos y Colorados. El admitir que no tiene una “receta” para obtener intendencias, luego que anuncia que la va a dar, logra adornar la obra de manera significativa.
Esta visión “Médica”, del ciudadano Antonio Aguirre, mucho más que un bombardear a su partido se transforma en el clamor de un Blanco por reencontrar en el Partido Nacional, los fundamentos ideológicos e históricos de una comunidad que marcó rumbos en la historia del país y la región.
Vale la pena leerlo, no sólo de parte de sus correligionarios, pues también comprende al Partido Colorado y al Frente Amplio. Pero además vale la pena leerlo, por que siempre un libro nos ayuda a abrirnos al mundo, a enriquecernos, a ser un poco más libres.
Compartimos parte de su prólogo:
La derrota de nuestro partido en las elecciones de noviembre de 2009, habiendo obtenido en la elecciones internas cerca de un 45% del electorado solo el Partido Nacional, me ha llevado a escribir este libro, el cual ha estado rondando en mi cabeza desde fines de la década del cincuenta e inicios de la década del sesenta durante el siglo pasado, cuando militando en la juventud blanca y como dirigente estudiantil en el hoy llamado Liceo “Dra. Celia Pomoli”, en aquel entonces denominado Instituto de Enseñanza Secundaria de Rivera (IESR en adelante) de la Ciudad de Rivera, me topé de frente con la enfermedad que pretendo identificar, diagnosticar claramente desde el punto de vista psicosocial y señalar posibles soluciones para impedir que largas columnas de blancos lideradas por valiosísimos, correligionarios y correligionarias sigan abandonando el Partido Nacional como ocurrió durante todo el siglo pasado, especialmente en su segunda mitad.
En los albores del siglo veinte Lenín 1 estaba muy preocupado por lo que llamó “La enfermedad infantil del izquierdismo en el seno del comunismo” escribiendo el famosísimo ensayo así titulado, lectura obligatoria para todo cuadro medio de cualquier pelo que pretenda ser tal. Justamente en este mismo tiempo, lo veremos con detalle más adelante, comienza el “derechismo” de algunos sectores del Partido Nacional a actuar; distorsionando el núcleo ideico central del Partido de Oribe y que muy poco tiene que ver con derecha e izquierda.
Como este libro esta destinado fundamentalmente a los jóvenes blancos y en forma muy especial a los jóvenes ruralistas; para quienes pretendo encender una luz en su camino, para que cuenten con una herramienta que no tuvimos en la década del 60 y el 70; he priorizado la comunicación sacrificando la erudición, el estilo y otras “letras chicas” 2 que solo lograrían mi lucimiento personal comprendido y apreciado por una reducida elíte de intelectuales.
Siempre he entendido que el lenguaje, en este caso el lenguaje escrito, debe cumplir con su principal fin la comunicación y la negociación del significado (“negotiate the meaning” llaman en las modernas escuelas de comunicación de nuestros hermanos mayores de la parte norte del continente).
Hemos separado los capítulos en tres grupos, una primera parte donde definiremos de que estamos hablando, aclarando términos y conceptos como a que llamamos blanco, a que llamamos Partido Nacional, montonera blanca, blancos independientes, Herrerismo, derecha, izquierda, colectivismo, estatismo, liberalismo… acotando así el significado de los significantes.
En una segunda sección diagnosticaremos y daremos pruebas de la existencia de esa enfermedad crónica colectiva e inconciente de núcleos del PN; los cuales involuntariamente e inadvertidamente han causado una sangría de nuestro Partido durante el siglo veinte y que hoy ciernen sobre el mismo el peligro de dispersión.
Finalmente aspiramos, no se si en forma desmedida, a señalar rumbos para la centro-derecha, para todos aquellos que están más del lado que prioriza la Libertad como principal paradigma frente a aquellos que priorizan la Igualdad. Dr. Antonio Aguirre. E-mail: [email protected]. Cel: 098391771.