Edil Zaida Castro: “Enaltecer la función docente con formación, salarios dignos y respeto debido”
En la última sesión de la Junta Departamental, la suplente de Edil Zaida Castro del Partido Colorado, en la media hora previa expuso en torno a los problemas de la educación, haciendo precisiones conceptuales y exhortando a “dejar la arrogancia de los iluminados y aprender unos de otros, construir juntos y trabajar por el futuro que todavía soñamos para nuestros niños”.
“Ha comenzado un nuevo año lectivo dijo la curul colorada y no queda nadie que no haya oído hablar de la crisis de la educación. La palabra crisis proviene del griego antiguo, lo cual es una buena evidencia de que las crisis no son nada nuevo ni tampoco algo que pueda evitarse para siempre. Según la Real Academia los significados de crisis son: 1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente. 2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales. 3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese. 4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes. 5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente. 6. f. Escasez, carestía. 7. f. Situación dificultosa o complicada”.
“De cierta forma, todas estas definiciones se aplican a la situación de la educación en el Uruguay, es decir: la educación está enferma y pasa por un cambio brusco, que puede ser para mejorar o para agravar su condición. Oímos hablar de acuerdos educativos para fortalecer la enseñanza. Lamentablemente esos acuerdos pugnan con los intereses por el predominio También la educación está mutando dentro de un proceso histórico y espiritual. Quién puede negar que desde hace pocos años ha cambiado hasta la historia. La historia ya no es lo que era. El futuro tampoco. Por otra parte la crisis es de tal naturaleza que se está en duda su continuación, modificación o cese. Incluso es un momento decisivo en un asunto grave que tiene y tendrá consecuencias profundas para el futuro”.
“A su vez, decir que la educación está en crisis es simplemente emitir un juicio después de haber examinado el asunto. Hay muchos que hacen eso pero sin pretender actuar al respecto. Decir que hay crisis en la educación también significa que hay escasez, que se enseña poco, que se aprende poco. Y por último y probablemente lo que la mayoría de la gente piensa es que la educación está en una situación dificultosa o complicada. Cada vez que hay problemas se buscan los responsables. Mi interés, hoy es señalar algunos factores que inciden en la crisis de la educación, que seguramente están en las causas de la misma crisis y como creo que represento a muchas familias, muchos padres y madres preocupados por la educación de sus hijos, deseo señalar puntos neurálgicos donde la sociedad, el poder político y los actores de la comunidad educativa deberían considerar:
1. La primera escuela es el hogar. No me cansaré de insistir que se debe fortalecer a las familias a que cumplan a satisfacción los cometidos de la primera socialización. Aclaro que fortalecer a las familias excede en mucho los esfuerzos económicos que el estado hace para proveer recursos monetarios en forma de salarios ciudadanos, asignaciones familiares y becas; cosa que para sorpresa de los encargados de proveerlos no están dando los resultados esperados. Es el olvido de la eterna ley de la siembra y la cosecha lo que trae como consecuencia resultados nulos y hasta adversos. Hay que sembrar para cosechar. Hay que trabajar para recibir. Hay que estudiar para aprender.
2. La escuela y la enseñanza media no tienen prestigio por lo cual no reciben el respeto que se merecen. Las escuelas son robadas, los liceos en vez de ser utilizados son demolidos año a año por alumnos que proceden de hogares en los cuales no se conoce el concepto del bien común y de la responsabilidad que todos compartimos sobre esos bienes. Los docentes son considerados trabajadores de segunda clase, con salarios de segunda clase, a los que se les dispensa respeto de segunda clase, cuya profesión se ha convertido en el desafío de cómo dar clases todo el año y no morir en el intento. Se ha olvidado otra ley básica: si los jóvenes escuchan decir a los adultos, comenzando por el poder ejecutivo y llegando hasta algunos padres, que estudiar es aburrido, que los profesores no saben entretener a los alumnos y cosas por el estilo, la disposición de los alumnos para estudiar y perseverar en la propia formación se va a ver minada y disminuida y en muchos casos va a desaparecer. Los jóvenes nos oyen hablar y nos creen, aunque parezca mentira.
3. En una sociedad democrática se debe cultivar la autonomía y la participación a fin de repartir las responsabilidades y que todos tengan el gozo de sostener las instituciones de las que nos servimos. No se puede hablar de participación y negarse a delegar y compartir los ámbitos de decisión o por lo menos respetar cuando la sociedad se manifiesta. No se puede hablar de autonomía y tener miedo de experimentar. Si llevamos siempre en nuestros brazos a nuestros hijos y nunca los dejamos aprender a caminar no los podemos culpar porque no caminan cuando ya no tenemos fuerza para llevarlos. Hay que descentralizar lo que haya que descentralizar y confiar en que el interior puede crecer. Hay más fuerza y capacidad en el interior de la República de lo que Montevideo quiere aceptar”.
En la parte final de la exposición la edil Zaida Castro, hizo un resumen destacando aquellos conceptos sustanciales: “ en síntesis, la clave está en la familia que se hace cargo de los primeros pasos en la educación de los hijos, especialmente en cuanto a valores y conducta de bien. Hay que enaltecer la función docente con formación, salarios dignos y el respeto debido. Y por último, hay que dejar de balbucear la palabra autonomía y permitir actuar. Dejar la arrogancia de los iluminados y aprender unos de otros, construir juntos y trabajar por el futuro que todavía soñamos para nuestros niños”, concluyó.
Al fin alguien que dice varias cosas acertadas sobre nuestra cada vez más decadente educación!! El error empieza por las familias que crían a hijos consentidos e irrespetuosos, así como indiferentes a la educación. Y sigue por nuestros politiqueros que hace tiempo tienen a la enseñanza como un tubo de ensayo en la cual prueban y vuelven a probar experiencias «piloto» que han dado poco y ningún resultado productivo. Los niños y jóvenes cada vez son más mal preparados debido -entre otras cosas- al bajísimo nivel de exigencia en escuelas y liceos; y cuando cursan un nivel terciario acaban frustrándose al encontrar otra situación para la cual no se capacitaron. Y de dignidad salarial ni hablemos… Nuestros mediocres políticos se votan aumentos a cada rato (y altos, obviamente), pero para los docentes y las condiciones del ámbito educativo no, total, no les importa…