“Está la foto de Varela en las escuelas; ¿por qué no está la foto del Dr. Vázquez también?”
El edil suplente Luis A. Villamil, perteneciente a la agrupación frenteamplista Asamblea Uruguay, hizo uso de la palabra en la media hora previa de la sesión ordinaria de la Junta Departamental de Rivera, donde en su alocución hizo referencia a la educación en el país. El edil expresó:
“Señor presidente, José Pedro Varela nace el 19 de marzo de 1845. Sociólogo, periodista y político uruguayo. En 1876 en el gobierno de Latorre, rival político de este, aceptó el cargo de Director de Instrucción Pública y presentó un proyecto de Ley en el cual el Estado uruguayo, establecía la enseñanza laica, gratuita y obligatoria. La misma fue aprobada y convertida en ley en 1877, pero Varela fallece dos años antes de su aprobación.
Pasan 130 años y ningún cambio sustancial se ha destacado en la enseñanza. Vendieron playas de estacionamiento para volcar en la enseñanza, pero nada se notó. Vendieron todo el oro que garantizaba nuestra moneda. Años atrás, usted iba a comprar en Livramento y le preguntaban ‘¿paga en oro o en papel?’ Hoy, es solo papel, no tenemos más oro que garantice nuestra moneda.
El Plan Ceibal fue creado por decreto el 18 de abril del año 2007 y anunciado por el propio Presidente de la República, Dr. Tabaré Vásquez, quien proclamaba que ningún niño de escuela pública quedara sin su computadora y que incluso podía llevársela a su domicilio.
El Plan Ceibal es conocido hoy en todo el mundo. Países de gran desarrollo han venido a reconocerlo y nos han felicitado por el mismo. Sí, se creó el libro para sexto año escolar en cuya tapa aparece la figura del Dr. Vázquez, pero considero que es muy poco para todo lo que logró.
Está la foto de José Pedro Varela en todas las Escuelas Públicas del país, ¿por qué no está la foto del Dr. Tabaré Vázquez también? Fue el creador del Plan Ceibal que revolucionó el mundo áulico con la nueva tecnología.
Cuando hablo de enseñanza me refiero al personal docente, no docente, alumnos, así como a construcciones educativas. Por ejemplo la reforma del Liceo Nº 1 Dra. Celia E. Pomoli, la creación de un gran edificio para el Liceo Nº 6 a pocas cuadras de aquí, el nuevo edificio de UTU, tanto para la Escuela Técnica como para el Ciclo Básico entre otros.
Cuando se instaló Botnia no había soldadores con estudios superiores. Hoy ya salen de UTU hombres y mujeres capacitados. A veces me pregunto a mi mismo: rinden homenajes a quienes saltan en un caballo, o a quienes lo jinetean o a quienes patean una pelota y hacen un gol, con lo que estoy muy de acuerdo, pero sin embargo, cuando se trata de la enseñanza, me refiero a la enseñanza del Estado no a la privada, no se la reconoce y no se le da la debida divulgación a los grandes éxitos obtenidos.
Por ejemplo, en el 2009 la NASA larga a nivel mundial una convocatoria para participar en un proyecto denominado Discovery para la creación de una estación espacial para 100.000 personas. Todas las escuela técnicas del país participaron en el denominado proyecto pero, un grupo de profesores y alumnos de la Escuela Técnica de Rivera en la sala ERMA (Espacio de Recursos Múltiples de Aprendizaje), sala creada por Gobierno del Dr. Vázquez se larga con entusiasmo a participar en el mencionado proyecto.
Fue un enorme desafío para este grupo de alumnos y de docentes de UTU de Rivera, ante un llamado nada menos que a nivel mundial. Y cual no fue la sorpresa cuando la NASA les comunica la obtención del ¡segundo premio a nivel mundial! Me pregunto: si estos alumnos hubiesen sido de un colegio privado famoso, rico donde van los hijos de papá y mamá, tal vez sí hubiesen sido homenajeados incansablemente hasta el día de hoy, incluso tal vez con Charrúas de Oro o algo más simbólico en oro también.
Por eso reclamo, porque soy frenteamplista. Finalizo mis palabras con un dicho: ‘Por más que llene la laguna nunca pasará del pecho del pato’”, concluyó.
¡Ridículo! Es el adjetivo con el que puedo calificar el pensamiento expresado por el Sr. edil. Jamás se podrá comparar la reforma en la enseñanza introducida por Varela, con las «reformas» (si así se les puede llamar) introducidas por el expresidente Vásquez. El plan CEIBAL es el mayor fracaso y pérdida de dinero que pudieron hacer. Si el plan CEIBAL contribuyera a mejorar los aprendizajes sería altamente positivo, sin embargo, la motivación de los niños y adolescentes está en jugar o en cualquier otra cosa que nada tiene que ver con el aula. Computadoras rotas, estragadas, deterioradas, es lo que sobra hoy del tan «fructífero» plan; y como premio los responsables de todas esas computadoras dañadas (que son la mayoría), les están entregando una xo nueva. ¿Adónde vamos a parar así? Es una falta de respeto comparar a Varela con el Sr expresidente. Y es una falta de respeto que el país siga tirando dinero afuera con ese plan. Un niño no va a aprender más o pasar de clase porque tenga una computadora. ¿Por qué no invierten ese dinero en las escuelas y liceos que se están cayendo a pedazos? Por supuesto, es más bonito frente a otros países decir que cada niño tiene una computadora, que decir que en materia de educación se están remodelando edificios, sin importarles las condiciones inhumanas en las que maestros y profesores estamos trabajando día a día.
Otra vez, la misma retórica partidista, si es que no se vé más allá de vuestras propias ideologías, seguimos esperando una jornada en la que la que el Acta de la Junta recoja planteamientos que atiendan los problemas ciudadanos. El campo de la energía requiere atención, no veo propuestas, no veo iniciativas que tiendan a un ordenamiento urbano de la ciudad, el arroyo y la problemática medioambiental que entraña no ha sido debidamente atendida, los asentamientos tampoco, la regulación de la tenencia de animales domésticos en zonas como Mandubí que hoy se integra en el perímetro urbano de la ciudad, hay personas que crían ovinos, bovinos, y en la Junta parecen no haberse enterado de nada, a Santa Isabel y Mandubí se accede por Av. Italia o por la Ruta, el arroyo sigue siendo una tarea pendiente y como él, muchos otros asuntos, mientras, sus Señorías siguen con el rancio discurso partidario de siempre, luego se enrocan en el precjuicio de que «en Montevideo creen que somos unos atrasados, que estamos siempre en lo mismo, que no cambiaremos en cientos de años, que aquí la gente no sale de eso…, como si siguieran viviendo en la época de SAravia». Por supuesto que me duele que se digan éstas cosas, pero no he de negar, que cada vez que leo los artículos relacionados con la oratoria de los Ediles al hacer uso de la palabra, recuerdo el juicio de algún Legislador a seiscientos kilómetros de distancia.