Relator de la ONU alerta sobre riesgo de colapso de sistema penal en Uruguay
El sistema penitenciario de Uruguay “corre riesgo de un colapso”, dijo ayer viernes el relator especial de la ONU para la Tortura, Manfred Nowak, quien manifestó su “seria preocupación” en una conferencia de prensa al culminar una misión iniciada el 22 de marzo.
El relator de la ONU dijo que “las condiciones de detención han ido constantemente empeorando” y que “existe una urgente necesidad de tomar medidas” para evitar “violaciones a los derechos humanos”, advirtiendo que “se corre el riesgo de un colapso del sistema”.
Nowak, jurista austríaco, indicó que el Penal de Libertad, ubicado a unos sesenta kilómetros al oeste de Montevideo, “fue un símbolo infame de la tortura y los malos tratos” durante la dictadura militar (1973-1985), “aún existe con el mismo nombre, cínicamente” y “sigue siendo conocido por sus condiciones infrahumanas”.
“Los módulos de acero conocidos como ‘Las Latas’, son un insulto a la dignidad de los reclusos, así como a la de los guardias que tienen que trabajar ahí, corriendo ambos riesgos para su vida”, señaló.
El relator destacó las condiciones de hacinamiento y la falta de higiene. “He visto muchas cárceles en el mundo” y “Libertad es una de las peores”, afirmó Nowak.
Respecto al Complejo Carcelario (COMCAR) de Santiago Vázquez, otra cárcel ubicada a unos veinte kilómetros al oeste de Montevideo, la situación es “ciertamente mejor a la de Libertad”, pero allí “el número de reclusos es cinco veces superior a su capacidad” y “los detenidos son alojados en condiciones deplorables, en celdas sobrepobladas que no tienen las instalaciones sanitarias adecuadas ni lugares para dormir”.
Esas condiciones generan una “violencia estructural”, por lo que “la situación de violencia intercarcelaria es alarmante” y en lo que va de 2009, “ya murieron tres personas dentro del establecimiento”, señaló.
Lamentó que “no existe separación entre los presos procesados y los condenados” y también criticó los “retrasos importantes en el sistema judicial”, pues “dos tercios de las personas privadas de libertad se encuentran procesadas y no condenadas”.
Por el contrario, Nowak se mostró satisfecho con “un sistema bastante liberal de visitas”, pero que se ve “socavado” por “revisiones invasivas” que, dijo, violan “la dignidad humana”.
“En los distintos centros de detención, comprobé disparidades inmensas de condiciones”, señaló, y añadió que “la separación y categorización de los detenidos, incluyendo los derechos que les conceden, parece determinarse (por su) estatus económico y social”.
El gobierno uruguayo, que en 2005 había declarado un estado de emergencia humanitaria en las cárceles, invitó a Nowak para determinar las condiciones de detención de reclusos y menores infractores.
El relator destacó la “cooperación del gobierno”, pues tuvo “acceso a todos los centros de detención, incluyendo visitas sorpresa sin impedimentos, entrevistas en privado con los detenidos y acceso a la documentación”.
En conclusión, Nowak recomendó, entre otras cosas, una “reforma del sistema penal judicial con hincapié en la prevención del crimen y la resocialización de los delincuentes”.
Asimismo, instó a crear un Ministerio de Justicia, e “incrementar el uso de medidas distintas a la encarcelación” para reducir el hacinamiento; recomendó separar a los procesados de los condenados en las prisiones y “limitar el plazo máximo de privación de libertad para los detenidos procesados”.