Más del 60% de los alumnos de formación docente cursa sus estudios en el interior del país
Unas quince mil personas estudian carreras vinculadas a la educación en los distintos centros instalados en el interior del país. Ello representa el 60% del total del alumnado dependiente del Consejo de Formación en Educación e incluye las carreras de maestro, profesor, educador social y maestro técnico, entre otras. El 10% de estos estudiantes recibe algún tipo de ayuda económica del Estado para poder concretar sus estudios.
La oferta de formación docente en Magisterio fue de las primeras que se descentralizó; desde hace unos sesenta años tiene instalados en el interior del país Institutos de Formación Docente (IFD). En la actualidad, la mayoría de ellos forman también a profesores, con una modalidad semipresencial. De esta manera, los estudiantes de profesorado cursan el núcleo común de materias en forma presencial con aquellos que estudian magisterio y luego realizan por la vía virtual las específicas de un profesorado concreto (matemática, idioma español, etcétera).
“Es descentralización, porque se da en el interior, aunque el sistema aún es bastante centralizado”, indicó la directora general del Consejo de Formación en Educación (CFE), Ana Lopater (en la fotografía). Precisó, en tal sentido, que este organismo considera necesario que se apruebe la instalación de la Universidad de la Educación y que desde este ámbito se fortalezca el trabajo regional.
Actualmente, existen veintiocho centros en el interior del país. Los IFD, en su mayoría, tienen la modalidad de Magisterio presencial y Profesorado semipresencial. Algunos tienen opciones de profesorado presencial. Otros tienen la carrera de educador social.
También se cuenta con Centros Regionales de Profesores (CeRP), creados en la década de 1990, como el CeRP del Norte, en la ciudad de Rivera. Además de los profesorados, en algunas se dictan carreras de educador social y de maestro técnico en las áreas de electrónica y mecánica.
El CeRP de Rivera tiene una carrera conjunta con la Universidad de la República (UdelaR); la Licenciatura en Educación Física y Prácticas Educativas, que había comenzado en Melo, Departamento de Cerro Largo, ahora se trasladó al CeRP de Rivera.
MATRÍCULA Y PERFIL DEL ALUMNADO
En la actualidad, Formación en Educación tiene unos 24.100 estudiantes en todo el país, de los cuales unos 15.000 cursan sus estudios en el interior, un 60% del total, matrícula que registra un aumento considerable en los últimos años.
El estudiante que cursa una carrera de formación docente en Montevideo comúnmente sale de bachillerato e ingresa a un centro de este tipo, pero en el interior la carrera no suele ser la primera opción, sobre todo Magisterio. En profesorado se ve un alumnado un poco más joven. “En muchos casos, primero se trasladan a la capital, cursan una carrera universitaria, por algún motivo no la pueden continuar, y vuelven a su lugar de origen para comenzar una carrera de educación”, relató Lopater.
El perfil socioeconómico de los estudiantes en el interior es de jóvenes que generalmente realizan una carrera terciaria por primera vez en su familia, en muchos casos sus padres solo tienen completo el ciclo básico o la escuela. Según un informe de Cifra del año 2014, el 75% del alumnado tendría esa característica. En algunos casos, persiste la modalidad de elegir una carrera docente porque en ese territorio la oferta terciaria es acotada. “Cuando la UdelaR abre los centros regionales y existe mayor oferta, disminuye un poco la inscripción en las carreras de Formación en Educación”, consideró.
Hoy son muy demandadas las carreras de Maestro en Primera Infancia y de Educador Social. En cuanto a profesorado, el más elegido es historia, pese a que este año matemática y biología tuvieron un aumento importante de alumnado.
En general, quienes se forman en el interior del país se radican en el lugar o en la región, aunque luego pueden trasladarse a otros departamentos para ejercer. Por ejemplo, cuando quedan vacantes en Montevideo, al comenzar el año lectivo, suelen ser los docentes del norte del país los que cubren esos cargos.
Con respecto a los niveles de egreso, estos suelen estar por debajo de los de ingreso, y la desvinculación real es bastante difícil de medir, según relató Lopater, ya que las carreras vinculadas a educación tienen la particularidad de que se da un rezago.
A modo de ejemplo, indicó que, muchas veces, algunos alumnos dejan un tiempo y luego retoman, en parte vinculado a la demanda de docentes, lo cual deriva en que comiencen a dar clase antes de recibirse, sobre todo en materias como: inglés, idioma español, física, química y matemática. En Magisterio esto no ocurre porque se exige el título para ejercer y porque hay docentes para cubrir los cargos, y, de no alcanzar, un docente toma dos turnos.
BECAS DE RESIDENCIA
En los Centros Regionales de Profesores se dispone de becas totales, que pueden ser de residencia, porque cada uno de los seis centros tiene su residencia masculina y femenina, de alimentación y de transporte. En este último caso, a quienes viven lejos cada quince días se les facilita el transporte para ver a su familia.
También se otorgan becas parciales, solamente de residencia, alimentación o transporte. Asimismo se dispone de las becas de Magisterio, las becas Julio Castro, que suponen el equivalente a 2 Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC) por mes.
Con todas estas alternativas, se logra becar al 10% del total de los estudiantes del interior. Para poder conservar la ayuda se les exige determinado grado de aprobación de los cursos. A nivel nacional, la quinta parte de los estudiantes recibe o recibió una beca.
El 73% de las becas que obtienen son económicas, el 34% de alimentación, el 32% completa y el 27% de transporte (el total supera el 100% porque en varios casos reciben más de una prestación).