Escuela Nº 86 de Tacuarembó recibió el nombre de “Washington Puentes Chiesa”
La Escuela Nº 86, ubicada en el barrio Centenario de la ciudad de Tacuarembó, fue nominada recientemente con el nombre de “Washington Puentes Chiesa”, en una emotiva ceremonia que congregó a la comunidad educativa, familiares y vecinos. La iniciativa para honrar a Puentes Chiesa fue promovida por su hija, Sylvia Puentes de Oyenard, como un gesto de amor y reconocimiento hacia su padre.
Washington Puentes Chiesa fue un destacado emprendedor y benefactor de la comunidad, recordado por haber fundado la tabacalera “Greco Uruguayo”, que generó numerosas fuentes de trabajo en la región. Entre sus aportes también se destacan la fundación del Aeroclub de Tacuarembó, el Parque Batlle de la ciudad, los primeros viveros municipales, la casa cuna y un hogar para ancianos.
Patricia Ortiz, Maestra Directora de la institución, destacó la importancia de este homenaje al señalar: “Nos regaló su molino de sueños y sus poemas de azúcar, contagiándonos con tan significativa idea. Nombrar una escuela nos permite reflexionar sobre el camino recorrido”.
El acto contó con la participación de autoridades de Primaria, entre ellas Gabriela Mattiauda, inspectora departamental de Tacuarembó, y Jorge Vignoli, inspector de zona, además de otras figuras políticas y referentes del Departamento. También asistieron Sylvia Puentes de Oyenard y su familia, quienes compartieron este momento especial con los maestros, alumnos y exalumnos del centro educativo.
La Escuela Nº 86, de carácter urbano, cuenta actualmente con 244 niños matriculados y un equipo docente compuesto por 12 maestros de clase, una docente de apoyo, dos integrantes en el equipo de dirección, profesores de segundas lenguas, un profesor de educación física y cuatro auxiliares de servicio. Este reconocimiento representa un sueño largamente anhelado por la comunidad, que mantiene un fuerte vínculo con la institución.
Durante la ceremonia, los niños y abanderados de la escuela tuvieron un papel protagónico. Además del acto protocolar, los alumnos presentaron diversas actuaciones. Como cierre simbólico de la jornada, se plantó un árbol de Ibirapitá, en compañía de la familia Puentes Chiesa y las madres de la Comisión de Fomento.
La Maestra Directora cerró su discurso con palabras llenas de esperanza: “Nombrar este centro escolar marca el inicio de un camino lleno de oportunidades. Es un recordatorio de nuestra responsabilidad colectiva de construir un futuro más justo, sabio y lleno de posibilidades”. También subrayó que este tributo es “una chispa de esperanza y la visión de un futuro lleno de sueños por cumplir, de corazones dispuestos a aprender y de mentes abiertas a transformar el mundo”.